Dentro del ámbito de las finanzas conductuales o behavioral finance, hoy voy a hablar de la impaciencia, que junto con el orgullo y la codicia ingenua, son las tres emociones que, en mi opinión, contaminan la toma de decisiones financieras.
El tiempo es la variable clave en la vida… y en las finanzas. Es difícil y más en el momento actual no desear obtener gratificaciones instantáneas. La precipitación suele ser una mala decisión. Peter Lynch, un gran gestor, decía “Lo bien que han ido mis fondos y cuánta gente ha perdido dinero con ellos”. Al cabo de los años lo he experimentado con nuestros fondos de GESIURIS ASSET MANAGEMENT. Lo bien que han ido nuestros fondos históricamente y cuánta gente entró y salió de ellos movidos por la impaciencia, obteniendo por ello pérdidas evitables.
En el último cuatrimestre de 2018 se produjo la peor racha de reembolsos netos de fondos de inversión desde 2012. Esa fue la respuesta impaciente de los inversores ante un año bajista. Se perdieron las fuertes subidas del primer semestre de 2019.