Fue Warren Buffett, afamado hombre de negocios y gurú de los mercados financieros, quien inmortalizó hace muchos años una de las frases más simples y sabias que se ha generado en toda la historia del trading: "Nunca pongas todos tus huevos en una misma canasta". Supongo que en un principio muchos habrán pensado que se trataba de una broma (es un tipo de buen humor Warren), pero, luego de analizar sus palabras llegamos a una conclusión lapidaria y necesaria para todas las personas que aspiran ganar dinero en los mercados financieros: la diversificación.
Diversificar, una palabra simple que para muchos representa un punto de discusión memorable, consiste en mantener un portafolio de inversiones con diversos instrumentos financieros que no guarden correlación alguna entre sí. Para poder entender el concepto de diversificación es necesario primero comprender la correlación existente entre distintos instrumentos, sectores o mercados.
Una correlación se crea cuando dos instrumentos, mercados, índices, entre otros; que pueden pertenecer o no al mismo sector económico, comienzan a manifestar un comportamiento sostenido similar al otro con respecto a su gráfica de precios. Es normalmente un fenómeno fácil de comprender a nivel técnico, dado que las gráficas de precios facilitan observar el comportamiento del precio de ambos activos, sin embargo, se requiere mucho más preparación y pericia detectar dichas correlaciones cuando se producen a nivel de fundamentales.
Las correlaciones pueden ser directas o inversas según sea el caso. En aquellas situaciones donde el precio del activo A tiene un comportamiento al alza mientras el precio del activo B tiene un comportamiento a la baja pero mostrando entre ellos una simetría en movimientos, se puede hablar de correlación inversa, situación esta común entre los índices de mercado norteamericano S&P 500, NASDAQ o Dow Jones con el oro durante un tiempo.
Esta correlación, una de las más famosas y seguidas en el mundo del trading, tenía una razón de ser muy lógica: los traders utilizan el oro como un instrumento de cobertura ante posibles movimientos adversos en el mercado de acciones de EE.UU., de manera que si mantengo una cartera con un número importante de posiciones alcistas en acciones, buscaré posicionarme en Oro para así contrarrestar cualquier movimiento que se produzca en la bolsa de valores.
Estas correlaciones pueden ser también circunstanciales o permanentes. Un ejemplo oportuno de correlación circunstancial fue la que se produjo hace unos 5 años entre el mercado de acciones de EE.UU. y el crudo. Normalmente, la subida o bajada de una materia prima tan importante como el crudo tendrá incidencia directa sobre los mercados en cualquier país del mundo, pero, hace algún tiempo las empresas del sector petrolero comenzaron a quebrar y sus acciones se fueron a cero; esto produjo sin duda una fuerte caída en el mercado de acciones que trazó una correlación importante entre el precio del crudo y los principales índices del mercado de acciones norteamericano.
Entendiendo el tema de las correlaciones podemos entender que dentro de la diversificación viene implícito conocer la naturaleza de los movimientos fundamentales de los instrumentos en nuestro portafolio, ya que estas correlaciones si bien se pueden observar a nivel técnico tienen un origen en información fundamental.
Diversificar consiste en mantener posiciones que no se correlacionen entre sí, por el contrario, que mantengan patrones de conducta ajenos que no se alteran el uno con el otro. Cuando utilizamos correlaciones para cubrirnos de movimientos inesperados como es el caso del Oro y el S&P 500 por ejemplo, no nos encontramos diversificando sino cubriéndonos, acción esta diferente y que suele tratarte como un tópico aparte de la diversificación.