Los mercados globales se paralizan en estos momentos, a la espera de la conferencia de prensa que, al cabo de la reunión de política monetaria del Banco Central Europeo, brindará su presidente, Mario Draghi.
La expectativa es muy grande: Draghi puede anunciar una ampliación del plan de estímulo a la economía, que implementó en marzo de este año, y que por ahora consiste en la colocación de 60.000 millones de euros mensuales a través de la compra de bonos, con un plazo que en principio vence en septiembre de 2016.
Una ampliación de este plan, cuyos montos y plazos se desconocen, podría hacer caer al euro en forma importante. Por el momento, la divisa única se mueve sin muchos problemas sobre 1,13, valor que tocó a primera hora, a la espera de los anuncios. Técnicamente, el cruce EUR/USD presenta una figura de cambio de tendencia -hombro cabeza hombro-, cuyo alcance podría llevar al precio a la zona de 1,1230/1,1240 luego de las palabras de Draghi.
Claro que no todas las voces se pronuncian favorables a esta expectativa. Son muchos, entre ellos algunos oficiales del propio BCE, los que consideran que la cifra actual es la adecuada. A favor de quienes apoyan una ampliación del plan están quienes esgrimen que la inflación de la Eurozona es mínima, que el consumo no crece, y que las mediciones de desempleo siguen en niveles demasiado altos.
Lo que también tenemos claro es que el euro no caerá solo por las palabras de Draghi. Cuando en marzo de este año la crisis de Grecia se agregó a la primera colocación de euros por el plan antes mencionado, el precio de la divisa única llegó a 1,0460, mínimo desde fines de 2002. Desde allí inició una lenta pero consistente recuperación que lo llevó a 1,17.
Esto significa que los euros que sobran en los mercados no alcanzan para hacer caer al precio por sí solos: la Fed, a través de sus comunicados, tendrán la palabra en los próximos meses, y solo un aumento de tipos de interés del otro lado del Atlántico hará llegar al cruce líder a la zona de la paridad.
Mientras tanto, la libra esterlina se encamina a nuevos máximos semanales, luego de conocidas las ventas minoristas en Reino Unido, que crecieron por encima de lo esperado. La divisa británica mantiene un tono alcista de corto plazo, y la lateralización que presenta desde hace algunos días podría ser el preludio de una continuación de la tendencia alcista anterior.
El yen, sin cambios, no cayó con firmeza debajo de 120 unidades, aunque podría hacerlo en la sesión americana con un corto alcance. En este sentido, creemos que el camino del euro puede ser también determinante para el yen, en momentos en que los inversores buscan refugio en ambas monedas: si el euro cae en demasía, la baja del yen podría quedar de lado.
La sesión estadounidense ofrecerá, además de la conferencia de prensa de Draghi momentos antes de su apertura, las cifras de ventas minoristas en Canadá, a las 8:30 del este, dato que podría darle algo de aire al dólar canadiense, que cayó fuerte en la víspera, y las peticiones semanales de desempleo en Estados Unidos.