El dólar estadounidense mantuvo las ganancias anteriores debido a que los mercados han continuado evitando el riesgo excesivo. Los índices regionales asiáticos bajaban (tras la evolución complicada de Wall Street del viernes) con el Nikkei descendiendo -0.48%, el Hang Seng -0.32% y el Compuesto de Shanghai -0.14%. A un día de las elecciones estadounidenses, los inversores no han tomado ningún riesgo. Las encuestas más recientes muestran que el presidente Barack Obama y su opositor republicano Mitt Romney están empatados dentro de una desviación de error pequeña, y esta incertidumbre lleva a los operadores a mantener sus decisiones en una dirección más clara.
Mañana, las elecciones prometen tener muchos momentos dramáticos, ya que las reñidas elecciones alcanzarán su meta (a menos que tengamos problemas en los sondeos, lo cual es muy probable). En términos macroeconómicos, es un reto enfatizar demasiado lo que está en juego. Los inversores van a evaluar estas elecciones de acuerdo a la forma en que puede cambiar la capacidad del gobierno de Washington para hacer frente al “precipicio fiscal”.
El par EUR/USD se ha vendido bajo presión desde la apertura. El par abrió en 1.2840 e inmediatamente caía hasta 1.2808 antes de volver a subir lentamente hasta 1.2840. Sin embargo, los alcistas no pudieron mantener las ganancias y el EUR/USD de nuevo amenazó la barrera de los 1.2800. Se conocieron una serie de informes negativos de Europa que influyeron sobre el euro. Entre ellos, las noticias de que las conversaciones sobre la ayuda a Grecia van a durar hasta finales de noviembre, avanzando lentamente hasta el momento en que el país se quede sin dinero. Además, el gobierno griego va a presentar hoy un nuevo paquete de austeridad al parlamento, que debería despejar el camino de la ayuda de la Troika. Sin embargo, el deterioro en la tolerancia del pueblo griego sobre la profundización de mayores medidas de austeridad ha hecho evidente que estas nuevas medidas van a conllevar mayores protestas y huelgas. El bono del tesoro a 10 años se mantuvo sin cambios mientras que el Brent subió lentamente tras el gran colapso del 2% del viernes. La reunión del G20 no generó titular alguno y terminó sin novedades.
Quizás la clave fue la falta de convicción del ministro de finanzas japonés, Jojima, que aprovechó la oportunidad para reiterar que la fortaleza del yen japonés estaba fuera del camino de los fundamentales de la economía, y que esto podría perjudicar la economía interna si no se remediaba. Además, el gobernador del BoJ, Shirakawa, manifestaba su opinión sobre los asuntos políticos estadounidenses diciendo que esperaba que los políticos de EEUU se pusieran manos a la obra lo más pronto posible en el problema del “precipicio fiscal” después de las elecciones. Los datos de las nóminas no agrícolas de la semana pasada, mejores que los esperados, hizo que el USD/JPY rompiera la barrera de los 80.50 alcanzando los 80.67, aunque teniendo por delante una semana repleta de nubarrones es posible que hiciera que el par no pudiera mantener las ganancias y operó a la baja hasta los 80.29 en Asia.
El AUD/USD siguió sintiendo la presión vendedora por la demanda de que las materias primas está disminuyendo y quedando en un segundo plano la aversión al riesgo. Los datos económicos australianos marcaban un déficit comercial en septiembre de 1456 millones de dólares australianos, frente a los 1647 millones en exportaciones, mientras que las ventas minoristas crecieron un 0.5% intermensual frente al -0.2% que se esperaba. El déficit comercial, peor de lo esperado, los datos de ventas minoristas, mejores de lo previsto, y los artículos de los periódicos locales que indicaban que la esperada decisión de recorte de tipos del martes por parte del RBA estuvo a punto de materializarse, hizo que el dólar australiano se fortaleciera. Es de esperar que hoy el volumen de operaciones disminuya (es decir, las operaciones intermedias) debido a las elecciones estadounidenses, y los tres grandes bancos centrales (RBA, BCE y BoE) se van a mantener expectantes.