Indra (MC:IDR) marcó un doble suelo en la zona de los 7,5 euros por acción, doble suelo cuyo segundo toque dio inicio al canal alcista que aún sigue vigente y de cuya directriz inferior acabamos de rebotar hace pocos meses. Este canal es de una amplitud considerable, lo que dificulta su operación en la zona central, pero las zonas exteriores suelen dar buenas oportunidades para posicionarse.
Este último rebote en la base ha inaugurado una línea de tendencia alcista más acelerada en la que nos podemos apoyar para analizar el movimiento, aunque ahora mismo el interés está más en la zona de máximos, que está interactuando con la resistencia previa de los 10,85 euros por acción.
Si el precio logra sobrepasar de forma clara esta resistencia podríamos ver buenas oportunidades de compra hasta la siguiente resistencia, en el entorno de los 12 euros por acción, con un stop muy cómodo en los 10,1 euros por acción.