La semana comienza con caídas en las bolsas europeas, siendo el DAX alemán el índice más bajista a esta hora. El mal pie con el que ha comenzado la semana, y que contrasta con lo observado en las últimas dos, tuvo su origen el viernes.
Wall Street cerró lejos de máximos y con signo mixto, tras la publicación de una serie de datos macroeconómicos que fueron positivos. De esta forma, el PIB trimestral quedó muy por encima de lo esperado, subiendo un 1% cuando se esperaba una subida trimestral del 0,4%. Esta buena lectura se debe en gran medida al fuerte repunte de los inventarios, lo cual no es la mejor noticia.
También quedaron por encima de lo previsto el índice de confianza de la Universidad de Michigan, y los gastos e ingresos personales, que hicieron subir a la inflación subyacente.
Al mal cierre de Wall Street, se le une la mala sesión de las bolsas asiáticas. El Nikkei ha caído un 1%, ante una nueva revalorización del yen, pero la Bolsa de Shanghái ha caído mucho más, un 2,4%, ante una nueva depreciación del yuan, lo que ha vuelto a alertar de posibles nuevas caídas de la divisa china.
En Japón se han presentado datos macroeconómicos importantes, que no han quedado mal: buena lectura de la producción industrial y de las ventas de viviendas en enero, y peor de la construcción de viviendas.
En Europa hemos tenido también datos muy importantes de inflación, que parecen favorables para los intereses de las bolsas. Así, el IPC subyacente de febrero queda en 0,7%, cuando se esperaba un 0,9%, con la inflación preliminar cayendo al -0,2%, cuando se esperaba subida de una décima.
Este dato refuerza mucho las posibilidades de que en la reunión del BCE del día 10, la autoridad monetaria anuncie nuevas medidas expansivas para luchar contra la baja inflación.
Goldman Sachs (N:GS) ha vaticinado que el BCE hundirá la tasa de depósitos en otros 10 puntos, prolongará la duración del QE otros seis meses, hasta septiembre de 2017, y elevará el tamaño mensual de las compras en 10.000 millones. De confirmarse este pronóstico, la respuesta de las bolsas europeas podría ser muy positiva.
Tenemos otros datos importantes, como las ventas minoristas de Alemania, que han quedado por encima de lo previsto (0,7% frente a 0,25), y los precios de importación que han quedado por debajo de lo previsto.
El IPC de Italia también ha quedado por debajo de lo esperado (-0,3% frente a -0,1%).
Esta tarde en EE.UU. conoceremos el Índice manufacturero de Chicago de febrero a las 15.45 horas; las ventas de viviendas pendientes de enero a las 16.00, la actividad manufacturera de la Fed de Dallas de febrero a las 16.30.
En resultados empresariales hemos conocido buenas cuentas de FCC (MC:FCC) y Grifols (MC:GRLS).
El petróleo, por su parte, también cae desde la tarde del pasado viernes, perdiendo más de un dólar desde entonces, lo cual es también uno de los motivos principales del empeoramiento de las bolsas desde el viernes.
El EUR/USD cae con fuerza también, cotizando por debajo del 1,09, al unirse una fortaleza del dólar, fruto de los buenos datos macroeconómicos estadounidenses, y una debilidad del euro ante los datos de inflación que hemos conocido hoy.
El oro sube en paralelo a la caída de las bolsas.
En resumen, crudo y yuan a la baja, y oro al alza, nos deja un mal día para las bolsas europeas.