Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El estado de ánimo está cambiando en los mercados financieros. A ocho días de las elecciones presidenciales de Estados Unidos, los inversores por fin se están poniendo nerviosos. El Dow Jones de Industriales cayó más de 900 puntos intradía y normalmente, cuando se produce un descenso tan agresivo en un solo día, es probable que haya más pérdidas. La venta por pánico a menudo conduce a grandes movimientos de varios días en el entorno de las monedas y, entre los casos de coronavirus batiendo récords en Estados Unidos y Europa, la disminución de las probabilidades de un acuerdo de estímulo preelectoral y la incertidumbre electoral de Estados Unidos, los inversores tienen mucho de qué preocuparse.
Ésta es una gran semana en los mercados. No sólo se agota el tiempo por completo si la Casa Blanca no es capaz de llegar a un acuerdo con la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, sino que la segunda oleada de COVID-19 ha cogido a las naciones europeas completamente desprevenidas y muchas están endureciendo las restricciones para controlar sus rebrotes. Desafortunadamente, el enfoque fragmentado no está funcionando y algunas naciones podrían verse obligadas a imponer un confinamiento a nivel nacional y, si un país importante decide hacerlo, otros podrían tomar ejemplo. Estamos observando a Francia muy de cerca, ya que el domingo registraban 52.000 nuevos casos del virus. Esto supone casi siete veces más casos que en su primer pico de la oleada de marzo. Por ahora, el euro se niega a caer, pero una vuelta a un confinamiento completo a nivel nacional en algunos de los principales países de la eurozona podría ser el punto de inflexión para la moneda. El anuncio de política monetaria del Banco Central Europeo es uno de los eventos de riesgo más importantes esta semana y, con los casos de virus surgiendo por toda la región, no tendrán más remedio que preparar el terreno para la relación monetaria antes de fin de año. La diversificación de los dólares estadounidenses es la única razón por la que el par EUR/USD sigue por encima del nivel de 1,1800, pero ni siquiera eso podría mantener la moneda respaldada mucho tiempo.
Hay una serie de factores que podrían afectar a cómo operan el dólar estadounidense y los mercados estadounidenses esta semana. Aparte de las próximas elecciones, conoceremos las cifras del PIB del tercer trimestre y es una semana de presentación de resultados bastante concurrida. Se espera que el crecimiento del PIB retroceda bruscamente en el tercer trimestre y, si lo hace, no hay duda de que el presidente Trump tratará de señalar esta mejora como una razón para no implementar más restricciones a pesar de los nuevos casos de coronavirus que están batiendo récords y el aumento del 40% de las hospitalizaciones en el último mes. El Gobierno federal básicamente se h rendido, pues el Jefe de Estado Mayor de la Casa Blanca ha dicho que la Administración no va a controlar el virus, optando en su lugar por centrar sus esfuerzos en vacunas y tratamientos. Algunos estados como Chicago y Nueva Jersey han anunciado su propio toque de queda (la ciudad de Newark ha impuesto un toque de queda a las ocho de la tarde para todos los negocios no esenciales) y podrían seguir más medidas. Los poco alentadores resultados de las empresas también podrían acelerar la caída de las acciones: algunos de los nombres tecnológicos más importantes publican sus informes esta semana.
Todas las monedas vinculadas a las materias primas han sucumbido a la aversión al riesgo hoy, con el dólar canadiense a la cabeza. No se espera que el Banco de Canadá modifique su política monetaria esta semana, pero los recientes acontecimientos mundiales y el actual cierre de la frontera entre Estados Unidos y Canadá deberían suscitar cierta cautela. Los nuevos casos de coronavirus también están aumentando en Canadá, aunque a un ritmo mucho más lento que en Estados Unidos y Europa. El dólar neozelandés ha sido la moneda más resistente, descendiendo sólo ligeramente frente al billete verde.