Durante la noche de hoy, la propensión al riesgo se ha comportado ligeramente más a la baja, ya que los pobres datos provenientes de China han renovado las preocupaciones sobre la persistente ralentización de la segunda economía mundial. La balanza comercial alcanzó los 25150 millones de dólares frente a lo previsto de 35000 millones, debido a que las exportaciones han crecido menos de lo esperado, un 1.0% interanual frente a lo previsto del 8.0%. Los mercados bursátiles asiáticos caían de forma acusada con el Nikkei y el Hang Seng de Hong Kong bajando un 0.97%. La bolsa australiana siguió el mismo camino ya que el ASX 200 perdía un 0.72%, aunque el RBA daba una evaluación relativamente positiva de las perspectivas económicas del país, revisando al alza las expectativas del PIB, alcanzando el 3.5% desde el 3.0%. El dólar australiano también caía frente a todas las monedas del G10, sufriendo las mayores pérdidas frente al yen japonés (0.76%) y frente al dólar estadounidense (0.57%).
La producción industrial en Japón arrojaba una cifra del 0.4% intermensual frente a lo esperado del -0.1%, y en el informe mensual del BoJ se afirmaba que “la actividad económica en Japón ha comenzado a repuntar de forma moderada debido a que continúa firme la demanda interna, apoyada principalmente en la reconstrucción del país”. El yen se apreció frente a la mayoría de sus pares, obteniendo la máxima ganancia frente al dólar australiano y frente a las monedas de los países nórdicos. Durante la semana pasada, el oro al contado se ha estado negociado en un margen muy estrecho, encontrado un fuerte soporte en los 1601 dólares, que converge con los EMAs a 18 y 55 días.
El par sigue negociándose en la banda superior del Bollinger a 20 días y muestra un sesgo infinitesimal al alza. Durante la sesión estadounidense, los comentarios hechos por Carney, gobernador del Banco de Canadá, hicieron que el CAD subiera frente a la mayoría de sus pares ya que declaró que la economía canadiense está creciendo de manera consistente por encima de la tendencia general, y que está en “un lugar muy diferente” al resto de las principales monedas. Incluso aunque el déficit comercial resultó peor de lo previsto, 1800 millones de dólares canadienses, la moneda logró recuperarse un 0.79 frente al euro siendo la tercera sesión consecutiva de ganancias. Volviendo a la situación europea, el Primer Ministro finlandés, Katainen, se afirmaba en la necesidad de que el BCE sea parte de la solución a la actual crisis de deuda, aunque Katainen reafirmaba la declaración del FMI de que “el BCE no puede solucionar esto solo”.