Las actas de la última reunión de política monetaria de la Reserva Federal dejaron más dudas que certezas, de cara al próximo encuentro del mes de septiembre.
Las conversaciones que enmarcaron la reunión mostraron que la mayoría de los miembros del FOMC no están decididos a aumentar los tipos de interés en el futuro próximo, habida cuenta de que una de las dos variables que considera -el índice de inflación-, no presenta variantes importantes al alza. Por el contrario, la medición del mes de julio, conocida en la víspera, ofreció una cifra menor a la esperada.
Sin embargo, quedó una puerta abierta, de la que se toman quienes creen que efectivamente habrá cambios de tipos de interés en septiembre: el organismo considera que se acerca el momento de tomar acción, de acuerdo a las conversaciones publicadas ayer. Por otro lado, es obvio que no podría dar una fecha cierta, o mayores pistas; si lo hiciera, el efecto sería el mismo que si se tomaran decisiones en el momento, algo que generaría un caos financiero mundial.
De modo que la incertidumbre se apoderó de los mercados tras conocerse el documento, y por supuesto esto genera una fuerte volalitidad, con el dólar presentando un comportamiento dispar ante los activos principales.
En cuanto a las divisas, el euro se acerca a 1,12, en un rally iniciado en la tarde de Nueva York del miércoles, y que tiene su próximo objetivo en 1,1215, máximo del mes hasta el momento. El gráfico de 4 horas presenta una clara tendencia alcista, aunque también cerca de entrar en sobre compra, por lo que el máximo mencionado aparece como una fuerte resistencia para las próximas horas.
La libra esterlina también exhibe un camino alcista marcado, aunque no tan sólido como en del euro en estas horas. La moneda británica cotiza a 1,5645 al momento de estas líneas, y la superación de 1,5680 podría extender sus ganancias a 1,57 en la sesión americana.
El yen, por su parte, se mantiene sin cambios importantes, luego de recuperar posiciones el miércoles. Solo el quiebre de 123,70, mínimo de la víspera, extenderá sus ganancias a las próximas horas.
Distinto es el panorama del petróleo. Al igual que la mayoría de las materias primas, sigue cayendo y batiendo records mínimos de varios años, rozando prácticamente la zona de 40 dólares por barril WTI. El mínimo de 2009, de 35 dólares, aparece ya nítido en el futuro inmediato, con un agravante: para la industria petrolera, no son los mismos 35 dólares de entonces.
En aquel momento, en plena crisis financiera global, dicho precio respondía a una lógica de oferta habitual y demanda muy deprimida. Ahora, el contexto es otro: hay una oferta que crece cada día más, con la incorporación de países de Medio Oriente que estaban vetados en los últimos años, y un alza del dólar muy importante.
El oro también se muestra como un activo interesante. Además de China, que compró en las últimas semanas varias toneladas del metal precioso, varios hedge funds importantes se volcaron fuerte a la compra del mismo. Ya superó los 1140 dólares por onza, desvirtuando la tendencia bajista que exhibía hasta la semana pasada, y borrando sus pérdidas de mediados de julio.
Las peticiones semanales de desempleo, a las 8:30 del este, junto con las ventas de viviendas existentes y el índice de la Fed de Filadelfia, ambos a las 10:00, son los informes más importantes a seguir en la sesión americana que se inicia.