Esta mañana se dieron a conocer las reservas de divisas de Suiza para octubre. Los datos se incrementaron fuertemente a 741.500 millones, desde 724.400 millones. Las reservas alcanzaron un claro máximo histórico.
El balance del Banco Nacional de Suiza (BNS) sigue creciendo, lo que significa que la entidad todavía cree que el CHF está sobrevalorado, o al menos que los riesgos al alza en el CHF son fuertes. Las reservas de divisas provienen de la creación de dinero, en otras palabras, la deuda del banco central. Está claro que mientras la política monetaria global siga siendo laxa, las reservas de divisas suizas seguirán escalando y aumentando la exposición del BNS a las condiciones económicas globales.
El EUR/CHF cotiza por debajo de 1,16 y el EUR sigue siendo el principal motor. La fuerte flexibilización cuantitativa del Banco Central Europeo (BCE) continuará al menos hasta septiembre de 2018 y esto todavía está planteando una amenaza para la estabilidad suiza.
La inflación, que parece estar de regreso en EE.UU., se ha desacelerado inesperadamente en Europa en octubre, impidiendo un cambio grande en la política monetaria del BCE. Una inflación europea más fuerte ayudaría sin duda a despejar algunas presiones para el CHF.