Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El Pandemónium ha llegado hoy a los mercados financieros con una caída del Dow Jones de Industriales de 2.013 puntos. Las divisas han notado el golpe y el rendimiento de los bonos del Tesoro registran mínimos históricos. El dólar estadounidense ha caído a sus mínimos de tres años frente al yen japonés, ya que el billete verde ha descendido bruscamente frente al franco suizo, el euro y la libra esterlina. La volatilidad ha alcanzado máximos de varios años.
El interés del mercado por los dólares estadounidenses está desapareciendo rápidamente y los inversores estiman que habrá recortes de 50-75 pb de los tipos por parte de la Reserva Federal en los próximos dos meses. La rápida caída del dólar está creando problemas a otros países que ya están sufriendo el impacto económico y social del coronavirus.
Los inversores han recurrido al yen japonés y al franco suizo por seguridad, pero eso ejerce una presión indebida sobre el Banco de Japón y el Banco Nacional de Suiza. La economía japonesa corre riesgo de recesión tras contraerse un 7% en el cuarto trimestre. Cuando esto se combina con una rápida subida de la moneda, lo que golpea el sector de las exportaciones, el Banco de Japón no tiene más remedio que actuar. En las próximas 24-48 horas, esperamos la intervención verbal y posiblemente física del Banco de Japón.
También esperamos que el BCE relaje su política monetaria este jueves para detener la subida del euro. La caída de los precios del crudo obligará al Banco de Canadá y al Banco de México a bajar de nuevo los tipos de interés, por lo que habría que esperar un mayor debilitamiento de esas monedas. México en particular tiene mucho margen de relajación. Teóricamente, la caída de los precios del petróleo debería favorecer a los consumidores, pero si no están dispuestos a salir y gastar dinero, el beneficio será limitado.
Los inversores esperan una respuesta de Washington. Sabemos que el presidente Trump está considerando activamente la implementación de un estímulo fiscal. Mientras que algunos inversores quieren otro recorte de tipos entre reuniones de la Fed, sus acciones no servirán de nada sin apoyo fiscal. Ya hemos visto lo rápido que el mercado ha olvidado el último recorte de 50 pb. Estamos a poco más de una semana de la decisión de los tipos de marzo: pueden esperar para combinar sus esfuerzos con la Casa Blanca o sus homólogos del G7 para que el impacto sea mayor.
Si nos fijamos en las opciones de estímulo fiscal es una prioridad para Washington y en las próximas 24-48 horas podrían dar pistas sobre cómo podría ser el paquete de medidas en un intento de detener la caída de las acciones. La forma en que el mercado responda dependerá de si el estímulo económico está dirigido como sugiere Larry Kudlow o generalizado, como exige el mercado. Cuanto más amplio es el paquete, más probabilidades hay de que toquen fondo las acciones.
Los traders también deben estar atentos a la respuesta coordinada del G7. Ha quedado claro que han accedido a tratar de relajar su política monetaria individualmente, pero el mercado no responde y las pérdidas se aceleran, así que su próximo movimiento tiene que ser coordinado. Las líneas swap de dólar serán muy poco atractivas. Otras opciones incluyen la consolidación coordinada y el estímulo fiscal. Si se produce una respuesta coordinada del G7, podemos esperar un brusco repunte porque no hay un repunte más feroz que el que ocurre en un mercado bajista.