Análisis realizado al cierre del mercado estadounidense por Kathy Lien, directora general de Estrategia FX en BK Asset Management.
El primer día de mayo la Reserva Federal reavivó el rally del dólar. El dolar recuperó todas sus pérdidas y subió bruscamente después de que el presidente de la Fed, Jerome Powell, descartara hablar de flexibilización. Dijo que la postura de política monetaria de la Fed es "apropiada ahora" y que no ve “una justificación para moverse en ninguna dirección". Aunque las declaraciones del FOMC se centraron en lo negativo de la baja inflación, el descenso del consumo y de la inversión de las empresas, Powell restó importancia a estas preocupaciones. Reconoció que la inflación ha sido más débil, pero lo atribuyó a factores transitorios. También dijo que el gasto de los consumidores y la inversión empresarial probablemente se recuperarían y señaló que algunos de los riesgos que les preocupaban en marzo (como el Brexit, Europa y China) se han "moderado". Estos comentarios optimistas provocaron un rally del dólar tan fuerte que llevó al EUR/USD por debajo de 1,12 y al AUD/USD a poca distancia de 70 centavos. El USD/JPY, que había registrado mínimos en 111,05 tras las prudentes declaraciones del FOMC, alcanzó el nivel de 111,60 durante la {{1692-ecl||rueda de prensa}} de Powell. El dólar debería seguir fortaleciéndose por dos razones principales: en primer lugar, el presidente de la Fed ha dejado muy claro que, en lo que se refiere a la economía, ve el vaso medio lleno. Espera que las previsiones mejoren cuando el debilitamiento vaya desapareciendo. En segundo lugar, no ve ninguna razón para hablar de recortes de los tipos. Esta visión contrasta fuertemente con la de otros bancos centrales que han expresado recientemente sus preocupaciones en torno al crecimiento y han hablado abiertamente sobre la posibilidad de una respuesta para contrarrestar esa tendencia. Las divergencias de política económica y monetaria fueron las razones de la fuerte subida del dólar en abril y seguirá siendo una fuente de demanda para el billete verde.
Los dólares neozelandés y australiano fueron los más afectados por el repunte del dólar estadounidense. Aunque la actividad manufacturera de Australia mejoró el mes pasado, las condiciones del mercado laboral se deterioraron considerablemente en Nueva Zelanda durante el primer trimestre. La tasa de desempleo descendió pero fue debido a un descenso de la tasa de participación y, sobre todo, a que el empleo disminuyó un 0.2%. El Banco de Reserva de Nueva Zelanda se reúne la próxima semana y el informe de anoche respalda aún más la posibilidad de un recorte de los tipos. Después de las declaraciones de la Fed de hoy, menos prudentes, debería ser sólo cuestión de tiempo que el NZD/USD se sitúe por debajo de los 66 centavos y se dirija hacia el nivel de apoyo de 0,6500.
El dólar también va camino de más pérdidas pues todo apunta a que el informe de ventas minoristas de Alemania del jueves confirme la vulnerabilidad de la mayor economía de la eurozona. Pero la atención se centrará principalmente en la libra. El par GBP/USD se recuperó a pesar de los descensos del PMI y la disminución de la concesión de hipotecas, porque los inversores no creen que el Banco de Inglaterra tenga nada nuevo que decir sobre la economía. Sin embargo, de cara a la publicación del informe de inflación trimestral junto con la actualización de las previsiones económicas y una rueda de prensa del gobernador Carney, la libra debería sufrir fuertes vaivenes.
La economía del Reino Unido se ha mantenido bastante bien frente a la incertidumbre del Brexit, por lo que el banco central no tiene realmente ninguna razón para alterar su postura neutral hasta tomar sus decisiones sobre el Brexit. La primera ministra May le ha comprado al país seis meses pero para consternación del Banco de Inglaterra, todas las opciones siguen sobre la mesa. Aunque el banco central muestra una postura agresiva, la libra tiene dificultades para atraer compradores ya que el 31 de octubre llegará rápidamente. La última vez que se reunió el Banco de Inglaterra en marzo, la libra se recuperó tras la decisión sobre los tipos porque el banco central dijo que "probablemente haría falta un ajuste gradual, limitado". Desde entonces la tasa de desempleo ha registrado mínimos de 1970, y el aumento del crecimiento de los salarios ha contribuido a la subida de las ventas minoristas a un ritmo más rápido. Lamentablemente, la inflación se mantiene baja, el crecimiento del PIB ha descendido, la actividad del sector de servicio ha descendido y el déficit comercial ha aumentado. Al Banco de Inglaterra no van a gustarle estos cambios pero la estabilidad del gasto y el aumento de la actividad manufacturera podrían mantener inalteradas sus previsiones económicas. Si el banco central mantiene una actitud positiva y considera el aplazamiento del Brexit beneficioso para la economía, el EUR/GBP podría caer por debajo de 85 centavos. Sin embargo, si realiza pequeños ajustes negativos en sus previsiones económicas o se une al coro de los responsables de política monetaria que hablan de la posibilidad de una flexibilización, la siguiente parada del GBP/USD será en menos de 1,28.