El día después del recorte del tipo de interés por parte del RBA en 25 puntos básicos, el PIB en Australia de los últimos tres meses marcaba casi el doble de lo que se esperaba, alcanzando un 1.3% frente al dato anterior y a lo que se preveía, que era un 0.6%. Este dato del PIB se vio favorecido por el gasto en los hogares, que contribuyó con un 0.9% a este incremento. El dólar australiano subía por segundo día consecutivo frente al dólar americano, alcanzando máximos en 6 sesiones de 0.9862.
El ASX 200 subió un 1.1% y los mercados de valores asiáticos se unieron a este movimiento alcista, con el Hang Seng de Hong Kong elevándose un 1.07% hasta los 18.454,16 y el compuesto de Shanghai un 0.01%. El yen japonés se debilitaba durante la noche debido a que el Ministro de Finanzas, Jun Azumi, confirmaba que no existe oposición a una intervención conjunta entre los bancos centrales del G7 para ayudar a relajar los violentos cambios adversos en los mercados de divisas. La moneda caía a mínimos de 0.4% por los comentarios de Azumi y continuó negociándose en su media de movimientos en 200 días.
Los índices bursátiles japoneses reaccionaban bien a las noticias, ya que el NIKKEI 225 subió un 1.81% y el TOPIX un 1.62%. Los productos básicos también subían cuando se reanudaron en Londres las operaciones de aluminio y cobre, que se elevaron un 0.25 y un 1.49% respectivamente. El índice USD tuvo una tendencia bajista, alcanzando los 82.47, con los inversores inundando liquidez en la existencias de monedas refugio y de high-beta. En vista que no se pueden realizar encuestas electorales durante este periodo preelectoral, se espera que el dólar americano mantenga este debilitamiento general hasta que se vuelvan más transparentes las noticias sobre Grecia.
Hoy, el PIB de la eurozona es probable que se quede sin cambios, lo que ofrecería un respiro temporal a Europa. En el asunto de hoy sobre la decisión de tipos de interés por parte del BCE, los mercados están valorando un recorte de 25 puntos básicos, apoyados en los comentarios de Lagarde, del FMI, de que el BCE todavía tiene cierto margen de maniobra. El presidente del BCE, Mario Draghi, afirmaba la semana pasada que la Unión Económica y Monetaria (EMU) es “insostenible” en su forma actual y que el banco central podría abstenerse de dar más estímulos, con el objetivo de presionar a los gobiernos a contener sus actos.