Los dos mosqueteros

En el mercado de divisas el dólar y el yen fueron las monedas que más subieron la semana pasada empujadas por los temores y las preocupaciones sobre la situación en Europa, manteniendo la normalidad de que cuando caen las acciones, estas dos monedas se aprecian. El franco suizo también se apreció y completó el tercer lugar del podio, pero no necesariamente producto de la caída en las bolsas sino que por otros motivos. De esta forma, las monedas de Japón y Estados Unidos sigue siendo el refugio preferido.

Europa sigue marcando el rumbo

Las buenas noticias económicas de EE.UU. que aún marcan crecimiento y siguen alejando las probabilidades de una recesión, no logran opacar el momento en Europa. Los datos de crecimiento en el viejo continente siguen preocupando ya que implica que se necesitará ganar aún más tiempo. Es decir, los salvatajes, fondos de rescate, préstamos y demás parece que seguirán siendo medida corriente por un largo tiempo, que se prolongará en la medida que el crecimiento a tasas importantes no retorne a los países europeos.

Europa está en la encrucijada de los problemas de corto plazo y en tratar de encauzar un camino hacia el largo plazo. Las noticias que tengan que ver con el largo plazo, pueden tener poca influencia sobre el mercado de divisas, mientas que las de más corto plazo sí. Esto es así ya que las que tengan influencia inmediata, tendrán una mayor repercusión sobre las expectativas de los inversores. La pasada semana los indicadores económicos mostraron resultados mixtos, dando señales de preocupación pero esperanza al mismo tiempo. Lo positivo desde el viejo continente fue una suba en el valor de los títulos de deuda de los países que están bajo el foco de atención por la crisis, pero esto no evitó una nueva caída en las bolsas, ni tampoco una suba en el valor de los Treasuries (refugio de los inversores).

Los datos de EE.UU. se ven opacados por la realidad política donde nuevamente hay falta de acuerdos en torno a temas impositivos y de gasto. Esto de profundizare podría generar problemas.

Uno de los eventos más importantes fue el comunicado de la Reserva Federal, que mantuvo la política monetaria sin cambios. El banco central tuvo un encuentro en el que no pareció querer decidir nada, ni dar nuevas señales. Todo pasó para el 2012.

En lo que respecta a los indicadores económicos, parte de lo no alentador, tanto en Europa como en EE.UU. provino de los datos de inflación que subieron levemente, pero algunos índices como el que excluye energía y alimentos en EE.UU. alcanzó máximos en años. Se espera que se reduzca en los próximos meses, pero no de no producirse podría ocasionar un gran dolor de cabeza en los políticos y sobre todo a los oficiales de la Fed.
 
EUR/USD: Más cerca de los mínimos del 2011

El cruce entre el euro y el dólar regresó a los niveles que tenía a principio de año y parece dirigirse a cerrar el año sin cambios, aunque la divisa europea cada vez tiene mayor presión encima. El EUR/USD tuvo un nuevo desplome semanal, que no pareció tanto sino fuera por la pausa en el rally bajita que se dio entre el jueves y viernes. La tendencia bajista se mantiene y fue confirmada, luego de que el euro mostrara poco poder para recuperarse y parece dirigirse a probar los niveles más bajos del año (1.2855/60).

Si bien el EUR/USD logró cerrar la semana por encima de 1.30, esto significa poco considerando la caída semanal superior a los 300 pips y al hecho de que sí alcanzó niveles por debajo de 1.30.

El viernes el par superó 1.3050 y parecía dirigirse hacia una recuperación más importante, pero tampoco logró sostenerse lo que demuestra que el momento de debilidad persiste. Recién por encima de 1.33 el par podría dar muestras consistentes de superar el actual momento bajista de mediano plazo. En el inicio de la semana, el par se muestra cotizando en torno un canal alcista en gráficos pequeños. De quebrar por debajo de 1.2975, es de esperar una aceleración en el recorrido bajista, posiblemente hacia nuevos mínimos en meses.
 
¿Se despierta el franco suizo?

La moneda suiza, que solía ser uno de los refugios preferidos, completando el trío de los tres mosqueteros con el dólar y el yen, se ha bajado de este grupo gracias a la acción del banco central de Suiza (SNB), de anunciar un piso mínimo para la cotización del EUR/CHF en 1.20. De hecho, el franco suizo se apreció en los mercados el jueves y viernes (días de relativo alivio en las bolsas), luego de que el banco central mantuviera el límite inferior del EUR/CHF y no lo subiera a 1.25 como indicaban algunas especulaciones. Esto le dio fuerza al franco en el mercado y subió con hacia el cierre de la semana. Sin embargo y pese a esto, la moneda suiza aún cerró la semana en negativo frente al dólar. La caída de jueves y viernes del USD/CHF no fue suficiente para opacar la suba de los tres días anteriores, demostrando que la actual tendencia alcista de corto y mediano plazo aún tiene vigencia.

Los recorridos hacia el cierre de la semana parecen correcciones en este camino bajista del franco en el mercado. Se continúa mostrando un cambio importante de correlación. Mientas que antes con las épocas de aversión al riesgo solía subir, ahora tiene una leve tendencia a caer. En parte esto es producto del límite del EUR/CHF en 1.20, ya que si se producen grandes caída en el mismo, el SNB se supone intervendrá en el mercado comprando euros y vendiendo francos, debilitando por ende a la divisa del país.

El yen también subió en el mercado al principio de la semana por la aversión al riesgo y luego se sostuvo por una suba en el valor de los títulos de gobierno de EE.UU., que llevó al USD/JPY hacia la baja. El par sigue mostrando niveles de volatilidad bajísimos, lo que lo hace poco atractivo para operar.

Otro de los protagonistas de la semana fue el oro, que ha dejado definitivamente atrás, por lo menos por un tiempo, aquellos días en donde subía sin parar y se hablaba de que la onza podría subir a $2000, $2500… El oro continúa con una tendencia de corto y mediano plazo bajista, y de subir en estos días, serían movimientos correctivos, a menos que el valor de la onza logre estabilizarse por encima de $1.740.