Ahora que Italia zozobra, con un Gobierno hecho trizas (¿acaso alguien esperaba otra cosa?). Con un Reino de España desnortado y al borde de la parálisis (otra más) y con una Europa con varios focos geopolíticos a apagar (Merkel ya no es mayoritaria en Alemania), el poder absoluto del Banco Central Europeo (BCE) es la única garantía.
Como se observa en el gráfico adjunto, el viernes pasado una mano misteriosa barrió toda la oferta de bonos italianos al cierre del día. Fue la mano de dios y no las compras de inversores, las que impulsaron el movimiento. Media Europa está pendiente de la traca italo-española. La otra media Europa trata de entender lo que sucede ¿En España? Aparte del nuevo órdago de Pedro Sánchez contra un Rajoy más débil que nunca, el pitorreo catalán continúa: unos en la cárcel y otros, recorriendo Europa con dinero público ¿O no?
Más de media España quiere la unidad y pelea fuerte por ella. Un puñado de secesionistas, muchos de ellos sin saber lo que significa ese fenómeno, no pueden imponer sus criterios a la gran mayoría. Ni ayer, ni hoy ni mañana. Italia tampoco lo va a conseguir. En el Siglo XXI los paraguas son más fuertes y resistentes. La Unión Europea lo ha dicho alto y fuerte: NO al secesionismo europeo y NO a gobiernos que quieran ponerse a la Unión Europea por montera.
Europa no va a permitir una República italiana fantástica, que promete felicidad y carpe diem para todos por los siglos de los siglos. ¿Pero quién va a pagar esa fiesta imposible? Nadie. La prima de riesgo se ha disparado. También, la rentabilidad del bono a 10 años. Como he dicho antes, la mano de dios salió el viernes a racatarlo. Ayer, domingo, la entelequia italiana se manifestó plenamente. A ver qué pasa ahora.
La bolsa está atascada y el viernes se dio un porrazo. Las turbulencias políticas en España e Italia ha dejado sin argumentos a muchos gestores. El dinero es miedoso y el mundo inversor global no es sólo España, Italia, Europa. Hay otras áreas donde invertir. La bolsa no debe olvidar que Europa nos protege en lo político y en lo económico. Por fortuna.
Siempre nos quedará Europa. En un mundo global, volver a las cavernas es imposible. Un gráfico vivo, intenso vía David Cano (@david_cano_m)
España ha sido uno de los once países fundadores del euro que más ha crecido desde 1999 y se mantienen excelentes expectativas. Los políticos, de uno y otro color, no deben dejar que España entre en una parálisis preocupante.
La bolsa, en fin, no debería perder los papeles, pese a la agitación y al miedo, que genera tanta y tan intensa incertidumbre. No hay mal que cien años dure.