Los mercados financieros no han dejado de moverse en terreno negativo desde las últimas semanas. Esta semana no es la excepción. Las noticias desalentadoras no dejan de influir en las decisiones financieras de los inversionistas a través de los medios de comunicación en general y las revistas y portales de finanzas. En la sesión de ayer miércoles vimos que el oro era presa del pánico del lunes, lo que trajo como consecuencia un desplome en los precios del activo. El oro siempre ha sido usado como resguardo ante estas situaciones de desconcierto, pero parece no resistir los embates del coronavirus, a lo que se suma el golpe del FMI, el cual imprimió una cantidad exagerada de efectivo con la excusa de un nuevo estímulo económico.
Desde los inicios del brote en Wuhan, los mercados financieros se pusieron en alerta respecto a cómo podría desenvolverse la situación en cuanto al control de la enfermedad. Ayer fue declarada pandemia por la OMS. Para los organismos de salud en China fue imposible controlar la expansión del virus fuera del continente asiático, lo que causó un revuelo en el mundo y desplomes en los índices más importantes.
Gráfica a 15M XAU/USD
El oro se frena en los niveles de los 1.645,985 (marcada en azul), zona en la que la demanda entraba con fuerza durante la sesión del día martes, llevando al precio por encima de los 1.665,154 (marcada en rojo), para luego producirse un pequeño momentum que demostraba el agotamiento y retirada de la demanda profesional, devolviendo el precio a la zona azul.
Gráfica 1S XAU/USD
En una visión a largo plazo para el activo, seguimos observando un sesgo alcista, el cual podría generar momentum y buscar una nueva proyección alcista. Sin embargo, la demanda se enfrenta a un nivel crítico en el que la contrapartida va a comenzar a buscar posiciones. Podríamos estar ante la advertencia de un fuerte movimiento correctivo en el próximo mes hasta tener claros los estragos del virus en la economía.
Para una sesión intradía en gráfica de 15M
Observamos un panorama que posee una consecución de máximos decrecientes, con mínimos cada vez más bajos que posiblemente puedan quedar estancados en una zona de rango, donde la oferta buscará testear si se encuentra allí con una demanda residual, para abrirse paso al objetivo de los 1.638,057.
Nadie esperaba que la economía sería golpeada nuevamente este año, luego de las grandes tensiones y bajas causadas por la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Hay una gran incertidumbre en los mercados. Las declaraciones de analistas como Kyle Bass de Hayman Capital Management no son alentadoras respecto al impacto del virus. El reconocido inversionista comenta que ni él ni sus colegas tienen prisa por comprar acciones en los precios actuales. El álgido temor al virus probablemente no durará sino hasta los próximos meses. Así que debemos estar preparados para cualquier escenario que pueda presentarse en los mercados.