Se dará a conocer la decisión de política monetaria, no se espera cambio en la tasa pero si un tono ligeramente relajado, principalmente por actividad.
El dato del crecimiento del PIB en el primer trimestre (2.2% a/a), la menor tasa de crecimiento anual desde 2009, confirma las señales de debilidad de la actividad económica, sobre todo en el sector industrial. A su vez en EEUU se mantienen señales mixtas con los indicadores de actividad manufacturera a la baja y los indicadores de confianza de los consumidores al alza. Por otro lado, si bien varios bancos centrales alrededor del mundo continúan reduciendo sus tasas de referencia, las expectativas en los mercados de que la FED disminuya la velocidad de compra de activos han generado que el peso se haya depreciado más de 6.0% del 8 de mayo a la fecha. Esto a su vez se ha reflejado en un relajamiento de las condiciones monetarias. Ante este comportamiento habrá que estar atentos a la mención que haga el comunicado sobre la postura monetaria relativa de México, así como a la comunicación de la FED como un elemento a tomar en cuenta para la toma de decisiones de política monetaria. Por último, se espera que la inflación inicie su tendencia a la baja para ubicarse por debajo de 4.0% al terminar Julio, y que la inflación subyacente se mantenga entorno a 3.0%. Este comportamiento de la inflación, aunado a una comunicación con sesgo relajado, y débil actividad
doméstica en un entorno donde la liquidez se mantiene, daría espacio para un relajamiento adicional de la tasa monetaria en la segunda parte del año.
Los mercados siguieron descontando que la estrategia de salida de la FED se acerca, sin importar que ésta ha indicado que antes la recuperación debe ser sostenible.
El movimiento de las variables financieras de las dos últimas semanas se asemeja al de un episodio de aversión al riesgo, con una diferencia importante, en esta ocasión las tasas de interés de los bonos americanos están subiendo, no bajando. Lo anterior distingue al episodio actual e indica que lo que está ocurriendo en los mercados es una revaloración de los riesgos de los activos financieros en un contexto económico global en el que la probabilidad de las grandes amenazas a la estabilidad financiera (ruptura del euro, insolvencia fiscal en EEUU, desaceleración pronunciada de la economía China) ha disminuido sensiblemente. Lo que se descuenta es que la FED empezará a reducir el estímulo monetario. Sorpresas favorables en los datos de EEUU (confianza del consumidor y precios de la vivienda) contribuyeron a esta percepción y ampliaron los movimientos al alza en las tasas de interés de los mercados emergentes y la depreciación de sus divisas. Hacia adelante, habrá que estar atentos a la comunicación de la FED.
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