China ha regresado al panorama debido a que los precios en nueva vivienda subieron en la mayoría de las ciudades sometidas a seguimiento. El gobierno, de forma insistente, ha tratado de frenar los precios inmobiliarios, y es probable que el aumento de este indicador haga más complicado que las autoridades chinas flexibilicen sus políticas en el sector inmobiliario como parte del objetivo de estímulo.
Los principales mercados bursátiles se colocaban en rojo durante la mayor parte de las sesiones, con el Hang Seng bajando un 1.16%, el KOSPI un 1.42% y el NIKKEI un 0.30%. Ayer, el Departamento del Tesoro en EEUU publicó las estadísticas sobre participación extranjera en la deuda estadounidense. China, que ha estado tratando de diversificar su cartera de deuda y alejarla de la renta fija estadounidense, aparentemente ha incrementado su participación en dichos valores por vez primera en tres meses. Esto indica una fuga hacia valores soberanos refugio. Bernanke declaró ayer ante el Congreso como parte de los dos días de comparecencia.
Como sospechábamos en el boletín de ayer, Bernanke no dio ninguna señal sólida sobre que exista una QE3 en desarrollo. Ha seguido expresando su frustración sobre el estado del mercado laboral «reflejando su preocupación sobre el lentitud de los progresos en la reducción del desempleo y los riesgos de disminución del crecimiento económico, el Comité dejó claro en su reunión de junio que está dispuesto a tomar más medidas ». El Presidente no dio ninguna señal específica sobre acciones monetarias inminentes, pero citó una posible compra adicional de bonos, reduciendo la tasa que se paga en las reservas inmovilizadas en la Fed, el uso de herramientas de comunicación, y lo que es más interesante, prestar a través de la ventana del banco central préstamos de emergencia.
Esto último implica que el regulador monetario daría hipotecas de forma inmediata al consumidor, y no se canalizaría a través del sector bancario tradicional. El par EUR/USD bajaba desde máximos de 1.2313 para negociarse a 1.2189 en el momento de las declaraciones, y el oro al contado caía un 1.67% alcanzando los 1572 dólares. El yen japonés subía frente al todas las monedas del G10, la mayoría de las monedas de más rendimiento, lo que implica que los inversores que estaban dispuestos a abrir el grifo del riesgo, no advirtieron la luz verde en las declaraciones de Bernanke.