Nuestro punto de vista: Ulrike Kastens, Economista de DWS (DE:DWSG)
Perspectivas para la reunión del BCE del 23 de enero de 2020
Aunque no esperamos ninguna sorpresa de la próxima reunión del Consejo ni de la rueda de prensa, es una buena oportunidad para tener una mejor idea de las convicciones y prioridades de la todavía relativamente nueva presidenta Christine Lagarde. Esto se refiere principalmente al horizonte temporal de medio a largo plazo, para el que creemos que Lagarde tiene una gran convicción. Sin embargo, a corto plazo, el BCE se ha impuesto un corsé demasiado ajustado para que se puedan esperar cambios en los parámetros de la política monetaria. El banco central está más o menos en piloto automático y este rumbo también está apoyado por la mayoría del Consejo. Además, su “forward guidance” se formuló recientemente de tal manera que los obstáculos para el cambio son muy altos.
Creemos que el BCE está adoptando una postura de espera y está monitoreando a ver si las medidas de las decisiones de septiembre están funcionando. Es probable que las preguntas sobre los efectos secundarios negativos de su política de tipos de interés continúen siendo respondidas con referencia a los efectos positivos que actualmente siguen dominando. No obstante, la situación se está observando cuidadosamente. Dada la caída de los principales indicadores, es probable que las perspectivas sigan siendo prudentes, lo que se refleja en la formulación “los riesgos se inclinan a la baja”, lo que a su vez conduce a un sesgo de relajación de su política monetaria.
Es probable que esto cambie sólo cuando el repunte económico sea más visible y los riesgos a la baja disminuyan de forma más sostenible.
Creemos que la rueda de prensa podría anunciar el inicio oficial de la revisión estratégica. Sin embargo, no esperamos que Lagarde se pronuncie todavía sobre este asunto. Es probable que primero debata con el Consejo y luego, de manera extraoficial, con los banqueros de los bancos centrales nacionales, para lograr un consenso. Consideramos que es un objetivo ambicioso para completar la revisión para finales de 2020.
En general, no esperamos que el BCE impulse los mercados este año de manera similar a la del año pasado. No obstante, la prolongación del plan de compra de bonos seguirá proporcionando una base estable para los mercados de renta fija.