La versión de que podría haber una extensión del plazo de vencimiento de la deuda de Grecia hasta fin de año le dieron al euro el jueves un momento de euforia, llegando a su máximo desde el 18 de mayo. Sin embargo, el impulso duró minutos: nada de ello ocurrió, y ahora, con pocos días de plazo por delante, los próximos pasos para buscar una solución sustentable serán una cumbre de la Eurozona el lunes en la tarde, y una reunión entre los líderes de Grecia y Alemania el miércoles.
Es evidente que todas las partes están buscando un acuerdo que evite el desastre que supondría un default de Grecia y, lo que sería peor, su salida del euro. Su Primer Ministro, Sr. Tsipras, expresó esta mañana que dicha salida no es una opción, lo cual podría considerarse como un guiño al resto de la Eurozona. En los últimos días, con la fecha límite a la vista, parece que todos comienzan a ceder, por lo que mantenemos nuestra opinión de que se va a firmar un acuerdo horas antes del vencimiento del plazo, el 30 de junio.
No asoma fácil la solución, pero no por cuestiones económicas sino por temas políticos, que en definitiva es lo que impide avanzar en las negociaciones. Esto recuerda, como lo hemos mencionado días atrás, a lo sucedido en el Congreso de Estados Unidos, cuando un desacuerdo entre los partidos Demócrata y Repubicano casi hace entrar en default interno a la primera economía del mundo. El acuerdo llegó pocas horas antes, aunque puso en tensión al mundo.
El efecto sobre el euro se hace sentir. La moneda única, como ocurrió el jueves y a primera hora del viernes, oscila en amplios rangos de precios, sin encontrar un rumbo cierto en los cortos plazos, por lo que no aparece como la mejor opción para operar. El resto de las divisas sí ofrecen recorridos más claros, y en todos los casos favorecen o castigan al dólar, en función de los datos que se van conociendo.
El índice de inflación minorista de Estados Unidos, conocido el jueves en la mañana, volvió a arrojar cifras negativas, justificando de alguna forma la prudencia que muestra la Fed en sus anuncios de política monetaria. La moneda norteamericana logra sin embargo recuperar posiciones en estas horas, a la espera de una sesión americana que no tendrá datos de importancia para la economía estadounidense, y que tendrá su principal atractivo en la cifra de ventas minoristas en Canadá, a las 8:30 del este.
De allí es que para las próximas horas, el Loonie aparece como una divisa atractiva. Su tendencia luce ligeramente bajista para el resto del día, con resistencias en 1,2265 y 1,2290, y soportes en 1,2205 y 1,2165.
En cuanto al euro, mantiene una tendencia alcista moderada en el gráfico de 4 horas, que podría acelerar al quiebre de 1,1330, luego de una brusca baja de la divisa única en la actual sesión europea. Los soportes a seguir son 1,1290 y 1,1260, con resistencias, por encima de 1,1330, en 1,1355 y 1,1385.
También la libra esterlina presenta una dirección alcista, con resistencias en 1,5870, 1,5895 y 1,5925, máximo del jueves, y soportes en 1,5815 y 1,5785.