- Previsiones
El experto advierte que "las previsiones sobre el endeudamiento final de los estados no son alentadoras" ya que, probablemente, "el estímulo fiscal necesario para volver a poner la máquina en marcha nos devolverá a los niveles de déficit de los peores tiempos de la crisis de Lehman Brothers". Aún así, señala que, si se toman las medidas apropiadas, "las cuentas nacionales se deberían equilibrar en plazos razonables".
Del Pozo señala que, ante la oleada de emisiones de deuda que se esperan (Tesoros, MEDE, BEI, etc), "los costes de financiación pueden seguir dos caminos distintos". Por un lado, el experto indica que la mayor necesidad de financiación de estados y organismos públicos va a provocar "un incremento de las rentabilidades de las emisiones de manera generalizada", y más especialmente la de "aquellos países que cuenten de salida con elevados niveles de endeudamiento o que originen mayor desconfianza a los mercados". Por el otro lado, del Pozo comenta que, probablemente, "la subida de los costes de financiación se verá compensada y hasta superada a medio plazo por la actuación de los bancos centrales" como compradores de último recurso de las deudas nacionales.
Del Pozo señala, además, que la actual crisis no va a dejar un problema de sostenibilidad de la deuda para el futuro porque "la deuda pública mundial es ya insostenible". Así, el experto indica que "lo que la hace sostenible es la confianza implícita de los inversores en que seguirán cobrando sus rendimientos" y, sobre todo, desde la crisis anterior, "el apoyo claro y manifiesto de los bancos centrales" que son los que fabrican el dinero para comprar esa misma deuda. En ese sentido, del Pozo advierte que "el principal riesgo al que se enfrenta la deuda pública mundial es la japoneización de las economías".
- El papel de los bancos centrales
Sobre el papel de los bancos centrales, el experto comenta que "una de las principales diferencias entre la situación actual de los mercados y la crisis de deuda de 2010/2012 es el compromiso de los bancos centrales, singularmente del BCE, con no dejar caer a ningún país". De hecho, advierte que, si no fuera así, "las primas de riesgo de estados como Italia o España se verían en una situación mucho más comprometida" que lo que se infiere de los diferenciales actuales. Así, del Pozo advierte que, "de no ser por el respaldo de los entes públicos europeos, los inversores privados nos habrían dado la espalda y estaríamos de nuevo en las tesituras de Italia en 2018 y Grecia en 2015".
En conclusión, "el estímulo fiscal necesario para volver a poner la máquina en marcha nos devolverá al déficit de la crisis de Lehman Brothers".