Imagínese que va a una discoteca y escucha la misma canción una y otra vez. ¿Cuánto tiempo creen que tardaría la gente en darse cuenta? Esto es exactamente lo que está ocurriendo en los mercados financieros en estos momentos. En 2009, la Reserva Federal estadounidense nos invitó a bailar una nueva canción llamada QE y se supone que era la panacea para la crisis de EE.UU. La idea era crear una gran cantidad de deuda mediante la imprenta para dársela a los bancos que eran “demasiado grandes para caer”. La fiesta duró hasta marzo de 2010 y se consideró un éxito rotundo, pero para asegurarse la Fed anunció la QE2 en noviembre de 2010. ¡Más vale prevenir que curar! A todo el mundo le gustó tanto que decidieron repetirla pero cambiándole el nombre y llamarlo “Operación Twist” y evitar que la gente se diera cuenta de que realmente era la misma canción.
Además de todas estas políticas monetarias expansivas, la Fed bajó el tipo de interés hasta el 0% hace un par de años y se ha comprometido a mantenerlo así hasta mediados de 2015 e incluso más si fuera necesario. Parece ser que el doctor recitó esta combinación de alquimia entre tipos de interés bajos, QE1, QE2 y la Operación Twist, pero desafortunadamente el paciente ha vuelto a recaer.
Contra todo pronóstico y aun a riesgo de ser acusado de interferir en las elecciones, el Sr. Bernanke anunció la QE3 el pasado 12 de septiembre con palabras como “ilimitada” y “durante todo el tiempo que sea necesario” mientras hablaba de volver a comprar deuda tóxica que flota por los mercados.
Con la nueva QE, los medios de comunicación se están haciendo pasar por el consenso del mercado y aseguran que hemos entrado en una especie de nuevo paradigma. Su lema es: “¡Esta vez sí es diferente!”. Este es el impulso que nos llevará a una nueva era de prosperidad económica sin fin. Se cree que con el anuncio de la Fed, los mercados sólo van a subir, y mucho, puesto que ahora la medicina es ilimitada.
Hasta hoy hemos seguido los mismo pasos que en 1907 y en 1930. Esta forma de actuar demostró ser peligrosa en su momento, pero en esta ocasión se demostrará que todavía lo es más. Políticas como esta demuestran la extrema naturaleza emocional del mercado. Además, sirve para demostrar que la gente tiene poca memoria. Esta idea de que la Reserva Federal puede convertir un oso en un toro es una gran mentira. Deben recordar que cuando el mercado comenzó a bajar desde los máximos del año 2000, la Fed intervino con lo que entonces era una medida sin precedentes. Durante la caída de más del 40% sufrida en el Dow Jones, la Reserva Federal recortó los tipos de interés desde el 7,50% hasta el 2,25%. Sin embargo, esto no impidió que el mercado continuara a la baja hasta que llegó el momento en que el mercado decidió girarse de nuevo al alza, aunque en ese momento la Fed pensó que había logrado controlar la situación y no permitió que el mercado continuara a la baja. Pero esto no fue obra de la Fed, sino que el mercado actuaba por su propia voluntad.
Mi intención no es hablar sobre lo que ocurrió hace 11 años. Lo que quiero transmitir es que, a pesar de las acciones sin precedentes de la Fed, el mercado continuaba comportándose según las tendencias generales del mercado. Al mismo tiempo, el mercado también se comportaba de acuerdo con la configuración técnica, cíclica y la Teoría de Dow. Nada de lo que hizo la Fed en ese momento importó y la evidencia se muestra más allá de toda duda, el mercado se comportó según los modelos de Charles Dow. Ahora nos enfrentamos a una situación similar y de nuevo todo el mundo cree que no se puede luchar contra la Fed, pero una vez más todo el mundo aprenderá que están equivocados.
Con todas las flexibilizaciones anteriores vimos como el mercado reaccionaba de forma inmediata, especialmente en el mercado de valores. Esto queda claro en el siguiente gráfico del Dow:
Fíjese en que la QE2 no duró tanto como la QE1 y las ganancias fueron considerablemente inferiores. La única razón por la que la Operación Twist ha durado más es porque todavía está en curso su segunda extensión pero los beneficios no son comparables con la QE1.
Así que lo que tenemos ahora es que la Fed ha montado una nueva fiesta, pero no ha aparecido nadie. Los resultados hablan por sí solos:
La Fed anunció la QE3 el 12 de septiembre y como pueden ver el S&P 500 cerró en los 1.436,56 puntos. Desde entonces, el índice subió durante un par de días y luego se ha girado a la baja al menos en 8 de las últimas 10 sesiones hasta terminar la semana pasada en los 1.440,67 puntos, tan sólo 4 puntos por encima del cierre del 12 de septiembre y sin olvidar que el pasado miércoles cerró 3 puntos por debajo de los 1.436,56. Me pregunto que hará la Fed si el mercado se da la vuelta ahora...
Todo el mundo sigue pensando que la Reserva Federal, junto con todo el resto de bancos centrales, pueden crear un mercado alcista sencillamente imprimiendo más dinero, pero cada vez vemos más señales de alerta por Teoría Dow.
Sea como sea, este trimestre promete ser muy interesante.