Conocidas ya las cifras del último trimestre, lo importante en esta ocasión es ver si Repsol (MC:REP) será capaz de mantener su calificación crediticia en el contexto actual. Un hecho que se convierte en prioridad para el grupo, que ha decidido anunciar un recorte del 40% en su dividendo final hasta los 0,3 euros/acción y, aunque todavía no confirmado, que podría intentar hacer caja con parte de su participación en Gas Natural (MC:GAS), según informa Expansión.
Para los analistas de Barclays (L:BARC), desde luego, son dos noticias que indican la voluntad de la petrolera española de ser pragmática y reaccionar a las caídas. Eso, combinado con reducciones de CapEx y en un entorno de márgenes de refino todavía fuerte, permitiría al grupo alcanzar el punto de equilibrio en términos de cash flow post dividendos. Lo que dudan estos expertos es si estas acciones serán suficientes como para frenar cualquier cambio de ráting.
“Creemos que muchos de los problemas a los que debe hacer frente la compañía están ya contabilizados en el precio, aunque, en conjunto, creemos que la actualización es positiva para el grupo. El reto está en recuperar la confianza de los inversores, algo que les llevará un tiempo, y de ahí que mantengamos nuestra recomendación de neutral sobre el valor pese al potencial de revalorización alcista que tiene su precio objetivo, que situamos en 16 euros por acción”.