Las bolsas europeas inician una semana a medio gas, con sus puertas cerradas los próximos viernes y lunes por las vacaciones de Semana Santa. Esto reducirá notablemente los volúmenes de negociación, y aumentará la volatilidad impulsando, de nuevo, los activos refugio como el oro o el bund alemán.
Si el riesgo geopolítico lo permite, los expertos esperan que el Ibex se mantenga en un rango de entre 10.300 y 10.500 puntos.