Por la disposición del calendario de informes y presentaciones, es difícil encontrar una semana en la que coincidan los dos hitos más importantes para los mercados en una misma semana.
Tal es el caso de los próximos días. El miércoles, la Reserva Federal dará a conocer sus medidas de política monetaria, en la penúltima reunión del año, en tanto el viernes se conocerá el dato de empleos correspondiente al mes que finaliza hoy.
Estas dos instancias hubieran sido suficientes, en cualquier otro momento del año, para tomar todas las precauciones posibles en los mercados. Se trata de dos eventos que suelen generar impacto fuerte en los precios del dólar, además de ser generadores de tendencia.
Sin embargo, esta vez ambos son superados por las elecciones presidenciales de Estados Unidos, que se llevarán a cabo del martes 8 de noviembre. Ello le quita protagonismo a la Fed, que naturalmente no tomará medidas de fondo cuando queda una semana para las elecciones, de modo que esta reunión solo servirá para cumplir con el calendario previsto, que incluye ocho reuniones por año.
En cuanto al dato de empleos, podríamos decir que la principal expectativa pasa por ver por cuantos miles de puestos de trabajo se equivocan los pronósticos previos. La medición ha pasado a ser casi una cifra de lotería, con altibajos que se profundizaron en la segunda parte del año.
Qué se puede esperar entonces de una semana como esta? Poco en términos de cambios de tendencia, aunque con movimientos algo violentos en el momento de la publicación de los datos mencionados.
La semana se inició con un alza del yen, que dejó un gap rápidamente cubierto, por lo que la divisa nipona vuelve a caer debajo de 105. La libra Esterlina, en tanto, vuelve a presentarse débil, aunque se mantiene por encima de 1,21, y el euro se mueve sin tendencia definida en la zona de 1,0950. El quiebre de 1,0920 podría dar lugar a una baja de relativa importancia de la moneda única en la sesión americana.
Para destacar: el rebote del dólar australiano luego de alcanzar el 38,2% del último movimiento bajista, que también puede provocar la baja del Aussie en las próximas horas, generando a su vez una figura de bandera invertida. Para confirmar dicha figura, sin embargo, el precio deberá caer de 0,7570.