La semana comienza con otra jornada de fuertes compras en las bolsas europeas, tras el varapalo sufrido la semana pasada. El Ibex cedió un 6,8% en su mayor caída semanal desde diciembre de 2014. Menos mal que, con el comienzo de la segunda quincena de febrero y aún con la resaca del 'Día de los enamorados', el mercado está reaccionado para bien.
Sin embargo, tras esta semana de idas y venidas, de amor y desamor en los parqués... habrá que sacar algo bueno, ¿no? El lado bueno de las caídas bursátiles nos da la posibilidad de adquirir activos de calidad a precio de segundas rebajas y, nos alegramos de ello. Mucho. No es que le deseemos el mal a ninguna empresa del Ibex, pero es bien sabido que, de las debilidades de terceros, siempre se puede sacar tajada. En nuestro caso, beneficios.
Por ejemplo, si esta semana hemos apostado por valores de calidad como Santander (MC:SAN), BBVA (MC:BBVA) o Repsol (MC:REP), ahora mismo nuestra cartera se está frotando las manos. ¿Por qué? Porque debajo de 5,50, BBVA es un valor a meter cartera un tercio de lo que pensemos comprar y otro tanto haríamos con Santander a 3 euros.
Entre 8 y 7 euros son precios para invertir en Repsol (MC:REP) y lo mismo podemos decir de Telefónica (MC:TEF) entre 8,5 y 8 euros. A estos niveles es muy fácl ganar, ya que son activos que gozan de una gran calidad y sabemos que lo único que pueden hacer es subir, subir y engordar nuestros beneficios.
Muchos inversores no se llevan las manos a la cabeza cuando el parqué se pega un leve 'batacazo'. Ahora bien, el principal peligro para las empresas es el nivel de apalancamiento, es decir, cuánta deuda tienen y qué porcentaje representa sobre el valor en bolsa de la misma. Por ello, antes de seguir una estrategia de inversión bajista, tenemos que tener todos los cabos atados y no arriesgarnos con empresas que supongan ser un caballo perdedor en nuestra apuesta.