Los clásicos altibajos de los mercados financieros tienen perplejos a los inversores, pero los traders están encantados, ya que hoy podemos operar entre los amplios rangos establecidos por los distintos banqueros centrales de todo el mundo.
Kuroda, Rosengren, Abe, Wheeler son de los últimos que han entado en el juego -la verbalización de la política monetaria antes de tomar acción alguna, lo que en otras partes se conoce como “poner presión” o “manipular”.
Sin embargo, por alguna razón (vamos a decir que por transparencia), todo el mundo siente la necesidad de salir a la palestra y airear sus opiniones sin importarles demasiado las consecuencias. Cada banco central tiene un mandato distinto, pero comparten uno: la estabilidad financiera y de los precios. Os doy un consejo: Si queréis estabilidad, ¡callaos de una vez!
Pero ya sabemos que esto de la estabilidad solo es un término-tapadera y que, en realidad, significa “al nivel de precios que preferimos”. Asó que, estaba a punto de empezar a escribir que el Nikkei había vuelto a bajar y que el yen volvía a apreciarse, con el USD/JPY alrededor de 100,50 cuando, de repente, los pares con yen pegan un bajón de 100 pips y el par se coloca en 101,50.
Me recordaba a los tiempos dela intervención directa del banco de Japón, y no solo a la manipulación de la divisa. En Reuters se oyen rumores “sin confirmar” de “fuentes anónimas”, pero yo creo que Japón se ha dado cuenta de que tanta palabrería solo tiene efectos indeseados, de modo que se han decidido por una acción directa y rápida para volver a colocar las cosas en su sitio.
También iba a mencionar que el neozelandés Wheeler decidió unirse a la guerra de divisas cuando proclamó su deseo de depreciar el “kiwi”, lo cual tuvo un ligero efecto debilitante. Pero por desgracia para él, el Banco de Reserva de Nueva Zelanda no es lo bastante fuerte como para competir con los grandullones del patio, de modo que tarea quedó en entredicho.
Podríamos ver un poco de alivio, ya que el dólar australiano se ha apreciado un poco gracias a las cifras del sector de la construcción, mejores de lo esperado, que muestran que la economía no está del todo muerta aún y que, quizá, puedan posponer un poco la bajada de los tipos de interés.
El Banco de Canadá fue un poco más espabilado al tratar de sorprender al mercado ayer, e hizo lo que se esperaba de la última tarea de Mark Carney como gobernador de la entidad. A partir de ahora, Carney será el gobernador del banco de Inglaterra. Ya, son los mismos personajes de siempre, que se reciclan por esos mercados de Dios. Supongo que no puedo quejarme mucho de Carney, ya que es uno de los “mejores” de todo el cotarro.
Y hablando de Inglaterra, la libra se ha acercado al nivel de 1,52 frente al USD, y el euro asomó sobre 1,30 por algunos minutos, pero luego ambas moneda volvieron a perder peso.
El mercado pondera las previsiones del PIB de Estados Unidos del primer trimestre, las cifras de consumo personal y las solicitudes por desempleo. Al menos, eso cree todo el mundo. Recordamos la dinámica “lo bueno es malo” de la que hemos estado hablando estos últimos días.
A mí me interesa más ver a quién saca la Fed para tratar de contrarrestar la “poco habitual” actividad que hemos estado viendo en el JPY estos días. Creo que será alguien del que nunca hemos oído hablar (y al que no veremos nunca más).
Vale, pues te toca a ti, Fed: ¿qué piensas hacer?