El sector del cine en España no está pasando por un buen momento, no sólo por la coyuntural situación de crisis económica y los efectos en el consumo que produce, sino por una medida tomada por el Gobierno de España que consistió en el aumento del IVA del 8% (tipo reducido) al 21% (tipo general).
Cada vez es más visible el deterioro, desde la subida del IVA se ha producido el cierre de 17 cines, 141 pantallas con la consiguiente pérdida del 12,7% de empleo directo en el sector.
Durante el año 2012, las salas de cine recaudaron un 3,89% menos que el año anterior, 606 millones de euros, y el número de consumidores se redujo en un 4.92%.
De las 4300 salas que había en España antes de subir el IVA quedarán 3000, lo que producirá una reducción en el número de 3500 empleos, todo ello según un estudio realizado por la consultoria Pricewaterhouse.
Dicha medida no ha servido para aumentar la recaudación via impuestos de Hacienda, todo lo contrario, un claro ejemplo lo constituye la Península de Baleares, donde se redujo la taquilla un 8,92%, lo cual contrasta con la situación de Canarias, donde soportan el Impuesto General Indirecto Canario del 7%, el lugar del IVA, y donde aumentó la demanda en un 10,3%.
Con dicha medida nos posicionamos como el país con el IVA más alto aplicado al cine, entre los paises de la eurozona, donde la media se situa en un 10,1%.
Analizando todos estos datos, y con el precedente de países cercanos que aplicaron una medida similar y se produjeron los mismos efectos, nos preguntamos, ¿qué sentido tiene dicha medida, si al final se va a terminar recaudando menos que si no se aplica?