Cerramos un buen mes de enero para la renta variable española y, en concreto, para el Ibex 35 en el que prácticamente se han recuperado las pérdidas del pasado mes de diciembre. La última semana del ya pasado año nos regaló la formación de un suelo, cuando menos temporal, en las caídas originadas desde la zona de los 11.185 puntos de mediados de 2017.
Si nos ceñimos a los hechos, tenemos un doble proceso correctivo que concluyó en los 8.286 puntos enmarcado en un canal bajista. Para que se alejen los riesgos de ver una profundización de las caídas en próximos meses y el rebote pueda tener continuidad en este 2019 es preciso que el selectivo español supere primeras resistencias en los 9.260 y 9.390 puntos. Ya la superación de los 9.260 puntos sería algo muy positivo para sus aspiraciones alcistas, puesto que rompería la sucesión de máximos y mínimos decrecientes en base semanal. Los 9.390 puntos representarían una recuperación del 38,2% de Fibonacci.
En el más corto plazo lo más destacable es que las alzas han encontrado freno al aproximarse al entorno resistivo de los 9.260 puntos, pero mientras se mantengan en pie primeros soportes en los 9.001 puntos, que ayer fueron puestos a prueba, consideraría que el rebote sigue vivo. Ceder este nivel evidenciaría agotamiento comprador y advertiría de una fase de ajuste de las últimas alzas que podría ir hacia los 8.870/8.640 puntos, pero mientras eso no suceda, el control lo siguen teniendo los alcistas.
De cara a posible superación de los 9.260 y 9.390 puntos y a que, con ello, se alejen los riesgos bajistas, invita a ser optimistas el hecho de que el Ibex 35 dividendos ya ha superado, aunque por la mínima, la resistencia de los 25.600 puntos y el 38,2% de las caídas desde sus máximos históricos marcados sobre los 29.300 puntos. Podríamos ver en próximos meses un rebote mayor hacia el entorno de los 27.000/ 27.400 puntos. Más allá de eso no plantearía por el momento. Pueden consultar en este enlace el análisis del Ibex 35 con dividendos del pasado día 21 de enero.