La pasada semana los principales índices bursátiles occidentales vagaron sin rumbo fijo, con idas y venidas continuas, debido a las dudas que siguen manteniendo los inversores en relación con el estado de las principales economías desarrolladas, especialmente de la estadounidense, y sobre la capacidad de los bancos centrales para actuar e impulsar el crecimiento económico. En este sentido, comentar que los resultados correspondientes al 1T2016 publicados por algunas de las mayores cadenas de distribución minorista estadounidenses dejaron un mal sabor de boca, alertando a los mercados sobre el estado del consumo privado en este país, una de las variables que, junto al sector residencial, viene ejerciendo como principal vector de fuerza de la economía de EEUU.
En principio, los inversores interpretaron estos débiles resultados como la constatación de que la economía estadounidense atravesaba por un periodo de gran debilidad lo que alejaba la posibilidad de que la Reserva Federal (Fed) volviera a subir sus tipos de interés, al menos en el corto plazo. Sin embargo, esta interpretación volvió a chocar con la de varios miembros de la Fed, el ala más dura de la institución, que la semana pasada volvieron a insistir en que los inversores siguen infravalorando la posibilidad de que la Fed suba tipos. En este sentido, señalar que la publicación el viernes de unas fuertes ventas minoristas en el mes de abril junto con el repunte que experimentó en mayo el índice de sentimiento de los consumidores, que se situó a su nivel más elevado desde junio de 2015, viene a dar la razón a este grupo de miembros de la Fed, que se muestran optimistas sobre el devenir de la economía estadounidense y abogan por nuevas subidas de tipos. Todo apunta a que los hábitos tradicionales de consumo están cambiando en EEUU, desplazándose hacia el ocio y hacia las compras online, lo que explicaría “los problemas” por los que atraviesan las tiendas tradicionales.
Dicho esto, señalar que, con la temporada de presentación de resultados trimestrales prácticamente finalizada en Europa y EEUU, a partir de ahora será la macroeconomía, sin olvidar la incertidumbre política, en especial la relativa al Brexit, la que determine la tendencia que adoptan las bolsas. En este sentido, señalar que esta semana se publican varios datos de gran relevancia, entre los que destacaríamos la publicación MAÑANA (T:9202) en EEUU del índice de precios al consumo (IPC) de abril, especialmente del dato subyacente que ya supera el objetivo del 2% establecido por la Fed –el banco central prefiere el índice de precios de los consumidores (PCE), pero esta variable también es seguida muy de cerca-. Un repunte por encima de lo esperado de los precios en abril unido a los últimos datos que apuntan a presiones alcistas en los salarios creemos que volverían a poner en juego la posibilidad, ahora descartada, de una subida de tipos por parte de la Fed a finales de este verano –descartamos junio por la celebración del referéndum sobre la permanencia del Reino Unido en la UE, entre otros motivos-, lo que creemos que, en un principio, penalizaría el comportamiento de los mercados de valores occidentales. Además, esta semana se publicarán las actas de la última reunión del Comité de Mercado Abierto de la Fed (FOMC), el miércoles, y de la pasada reunión del Consejo de Gobierno del BCE, el jueves. En ellas los inversores intentarán determinar cómo de fuerte es la oposición que afronta la presidenta Yellen en el seno del FOMC para mantener las actuales políticas monetarias expansionistas sin cambio, en el primer caso, y hasta dónde están dispuestos a llegar los miembros del BCE para apoyar el crecimiento económico de la Zona Euro e impulsar al alza la inflación. De las conclusiones que saquen en ambos casos los inversores dependerá si las bolsas retoman la tendencia alcista o, por el contrario, se decantan definitivamente por corregir.
Más a corto plazo, y en lo que hace referencia al día de HOY, señalar que esperamos una sesión tranquila en los mercados, sin apenas referencias, dado que algunas de las principales plazas europeas, especialmente Alemania y Austria, permanecerán cerradas por la celebración de festividades locales. Ello condicionará sin duda la actividad del resto de bolsas de la región. Para empezar, esperamos una apertura ligeramente a la baja de los índices europeos, lastrados por el negativo cierre de Wall Street el viernes y por los peores datos de producción industrial y ventas minoristas de abril dados a conocer este fin de semana en China. A pesar de que las bolsas asiáticas han sido capaces de darse la vuelta para cerrar con ligeros avances, entendemos que estas cifras penalizarán HOY el comportamiento de sectores como los relacionados con las materias primas y los metales, muy relacionados con la producción industrial china. Posteriormente, será el comportamiento de la bolsa estadounidense el que determine la tendencia de cierre de las bolsas europeas al término de la jornada.