Los principales índices bursátiles europeos cerraron ayer de forma mixta, pero sin grandes variaciones. De esta tónica generalizada se desmarcaron tanto el FTSE MIB italiano (-1,4%) como el Ibex-35, índice este último que cedió casi un 3% en su mayor caída en un día desde que se conoció el resultado del referéndum del brexit en el Reino Unido en el verano de 2016 (el índice ha pasado en poco tiempo de ser uno de los que mejor comportamiento estaba teniendo en el año a convertirse en uno de los peores).
El enquistamiento de la crisis institucional creada por los secesionistas catalanes pesó ayer tanto en la renta variable, con los valores de “origen” catalán como los más castigados, como en el mercado de bonos, con la rentabilidad del bono 10 años repuntando en la sesión 6 puntos básicos, al igual que lo hizo la prima de riesgo, que superó al cierre los 130 puntos básicos. No obstante, y por el momento, los bonos se están comportando relativamente mejor que el mercado de renta variable, probablemente por el hecho de que los inversores saben el papel que en este mercado juega el Banco Central Europeo (BCE).
De momento, y hasta que no se aclare la situación en Cataluña, vemos complicado que la bolsa española pueda reaccionar al alza con convicción (no descartamos rebotes puntuales). No obstante, y como nuestro escenario base no recoge en ningún caso la independencia de la región, habrá que estar muy atentos a cómo se soluciona la crisis puesto que puede haber entonces interesantes oportunidades en el mercado español.
Por lo demás, comentar que ayer las cifras macro que se dieron a conocer en Europa fueron algo contradictorias. Así, los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, en sus lecturas finales de septiembre, apuntaron a un ritmo elevado de expansión, que lleva a pensar que el PIB de la región puede haber crecido el 0,7% en tasa intertrimestral. Sin embargo, el dato de ventas minoristas del mes de agosto, que sorprendió a la baja, hace dudar de este hecho ya que el consumo privado es uno de los componentes más importantes de la demanda interna de estos países.
En lo que hace referencia a Wall Street, señalar que los principales índices cerraron ayer marcando nuevos máximos históricos y ya son cinco seguidos en el caso del S&P 500 (si hoy fuera capaz de cerrar en positivo habría logrado la mayor racha de máximos históricos consecutivos desde el ejercicio 1997). En esta ocasión fueron los valores de distribución minorista online, liderados por Netflix (NASDAQ:NFLX), los que junto a las utilidades y las inmobiliarias lideraron las alzas. El crudo volvió a cerrar a la baja a pesar de que la EIA dio a conocer una fuerte caída de los inventarios de crudo estadounidense la pasada semana.
Hoy, en principio, y en una sesión en la que la agenda macro se limitará a EE.UU., donde además de las cifras de paro semanales se publican los pedidos de fábrica y de bienes duraderos de agosto, esperamos que las bolsas europeas abran entre planas o ligeramente a la baja. La crisis catalana, que todavía no ha impactado en los mercados europeos, de ir a más y enquistarse puede tensionar los mismos en el corto plazo, provocando un movimiento defensivo de los inversores desde la renta variable hacia los bonos.
Los mercados financieros españoles, por su parte, seguirán presionados hasta que se vislumbre una salida a la crisis. En este sentido, prestaríamos especial atención a los bonos que, hasta el momento, han aguantado relativamente bien a pesar del repunte de la prima de riesgo. Una fuerte caída de estos activos, con el consiguiente incremento de sus rentabilidades, provocaría importantes ventas en la renta variable española.
Por lo demás, señalar que el precio de las materias primas y de los metales ha caído ligeramente esta madrugada en los mercados asiáticos, producto de las tomas de beneficios tras varios días de alzas. Ello podría lastrar a la apertura el comportamiento de los valores ligados a las mismas.