El desenlace de las elecciones presidenciales y legislativas estadounidenses continuó ayer convulsionando los mercados financieros, en los que se pudo observar cómo muchos inversores reposicionaban sus carteras de cara al nuevo escenario político y económico que la victoria de Donald Trump y el control absoluto del partido Republicano del Congreso de los EE.UU. conllevará. Así, además de la rotación sectorial que se está produciendo en las bolsas, que luego comentaremos, y de la fortaleza que sigue mostrando el dólar, lo más relevante que ocurrió en la sesión de ayer fue la corrección que experimentaron los bonos soberanos europeos, corrección que habían iniciado el miércoles los Treasuries estadounidenses y que ayer continuaron. Ello provocó un fuerte repunte de sus rentabilidades y que las curvas de tipos en ambas regiones se inclinaran. Esta huida de la renta fija está directamente relacionada con las políticas expansivas fiscales de reducción de impuestos y de fuertes inversiones en infraestructuras que pretende llevar a cabo la nueva Administración estadounidense, políticas que los inversores consideran inflacionistas y que harán que los tipos de interés suban. Si hace unos días había dudas sobre si la Reserva Federal (Fed) subiría sus tipos de interés de referencia en diciembre, actualmente los mercados de futuros descuentan con una probabilidad superior al 80% que lo hará. Es más, ya hay analistas que están barajando la posibilidad de que en 2017 la Fed tenga que subir sus tipos de interés más rápido de lo en principio descontado.
Además, y según comienzan a descontar los inversores, el impacto de las políticas fiscales expansivas del Gobierno de Trump también tendrán su impacto en Europa, tanto a nivel político, forzando a los Gobierno de la región a imitarlas para relanzar el crecimiento económico, como a nivel económico, con un repunte de la inflación superior a lo esperado.
A este repunte de los tipos de interés de los bonos no fue ajena ayer la renta variable europea y estadounidense. Así, los valores considerados defensivos y que ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo fueron ayer “masacrados” en los mercados de valores occidentales. Entre ellos los de las utilidades, los del sector de la alimentación, los relacionados con la actividad inmobiliaria, y los de las
telecomunicaciones. Los inversores continuaron de esta forma con la rotación sectorial iniciada tras conocerse los resultados electorales, tomando posiciones en los sectores más favorecidos por las políticas que aplicará el Gobierno de Trump, con bancos, aseguradoras, valores relacionados con las materias primas y el petróleo, los de corte industrial, los relacionados con el sector de la defensa, y los del sector de la biotecnología y las farmacéuticas. En este sentido, señalar que el sector bancario ha subido en lo que va de semana en las bolsas estadounidenses en 11% y el biotecnológico, uno de los que peor se había comportado durante el ejercicio por las amenazas de nueva regulación vertidas por la candidata demócrata, Hillary Clinton, el 15%. Señalar, igualmente, que el sector tecnológico sufrió ayer un duro castigo en la bolsa estadounidense con valores punteros como Apple (NASDAQ:AAPL), Alphabet (NASDAQ:GOOGL) (Google), Facebook (NASDAQ:FB), Netflix (NASDAQ:NFLX) y Amazon (NASDAQ:AMZN) cediendo posiciones con fuerza. Esta reacción es consecuencia de la que consideramos como mayor amenaza de las políticas anunciadas por Trump: la renegociación de los tratados comerciales estadounidenses, algo que puede derivar en una política proteccionista muy perjudicial para el crecimiento global y que pude terminar en una “guerra comercial” que dañaría mucho a todas las economías implicadas. No obstante, creemos que el Congreso en manos de los republicanos intentará moderar estas políticas, mitigando sus efectos nocivos, que son muchos.
hoy esperamos una sesión algo más tranquila que las últimas dos en las bolsas europeas y estadounidenses, en la que esperamos que continúe el reposicionamiento sectorial de las carteras y en la que el comportamiento de los bonos será la principal referencia a seguir. Si la corrección en el precio de estos activos continúa al ritmo actual puede terminar impactando negativamente a la totalidad de la renta variable, no sólo a los valores que ofrecen elevadas rentabilidades por dividendo. Por lo demás, comentar que la temporada de presentaciones de resultados continuará tanto en Europa como en EE.UU. y que la agenda macro es hoy muy ligera, destacando la publicación en Alemania de los datos definitivos de la inflación de octubre y en EE.UU. de la lectura preliminar del índice de sentimiento de los consumidores.