Inflación baja, finanzas del consumidor relativamente saneadas y una creciente demanda en el sector inmobiliario parecen indicar que la recuperación económica en los Estados Unidos, que la semana pasada entró en su séptimo año, está bien posicionada para amortiguar cualquier golpe derivado de la crisis griega.
Pero, aunque algunos expertos consideran que la expansión actual cuenta con los ingredientes necesarios para exceder los 10 años de crecimiento de los 90 — el mayor ciclo desde 1854 — para muchos estadounidenses el desempleo es todavía una realidad, los salarios solo se estiran para cubrir las necesidades básicas y los bancos siguen siendo restrictivos en cuanto a la concesión de créditos necesarios para la expansión de los negocios, la inversión de capital o la compra de automóviles u otros bienes duraderos.
Además, hay que contar con otra salvedad, y es que la Reserva Federal (Fed) se dispone a elevar las tasas de interés este año por primera vez desde 2006, y desde niveles históricamente bajos, y debe hacerlo con la pericia necesaria para no gestar una debacle en los mercados financieros o silenciar el crecimiento.
Cabe recordar que muchos rallies del mercado se cortaron en seco cuando el banco central tensó las condiciones de crédito para evitar el recalentamiento económico.
Contando que la última palabra en estas cuestiones la tiene la Fed, es más que probable que el mercado continuará analizando meticulosamente cualquier informe o dicho procedente del banco central estadounidense.
Y, esta semana, en el centro de la agenda económica, está la publicación el miércoles de las Actas de la Reserva Federal, que expondrán al detalle los comentarios de sus miembros en la última reunión del FOMC, seguidos el viernes por el discurso de la presidenta del organismo, Janet Yellen, en una conferencia en Cleveland.
Adicionalmente, habrá que seguir la balanza comercial de bienes y servicios, cuyo déficit, de acuerdo con el consenso del mercado, aumentará a 42.100 millones de dólares en mayo, es decir un 3% más que en abril, restando al crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre.
Otros datos relevantes son el ISM de Servicios (no manufacturero), previsto en 55 puntos junio, un pequeño declive desde 55,7 el mes previo, y los créditos de consumo, que en mayo posiblemente superen los 21.000 millones de dólares.
En el mercado laboral se esperan las solicitudes semanales para el cobro de ayudas por desempleo, así como el informe JOLTS de mayo, de ofertas de trabajo y rotación laboral, que ha mostrado una gran fortaleza a lo largo de este año.