Esta semana ha sido un poco dura para mí, porque no soporto la cháchara de los de la Fed que confunde al mercado y que trata de ofuscar las políticas para que sea más complicado definir el sentido de la marcha. ¿De verdad necesitamos ONCE discursos de otros tantos miembros de la Fed? ¿Desde cuándo se han convertido en animales mediáticos?
Supongo que, en la edad de Facebook y Twitter, YouTube y Google, todo el mundo quiere su minuto y medio de gloria. Por desgracia, esta gente también cree que todo el mundo tiene ganas de escucharles. Pero, ¿no servían precisamente para esto las resoluciones del FOMC? Creo que de verdad estaríamos mejor económicamente si los encargados de las políticas monetarias y fiscales se dedicaran a hacer su trabajo y no a coleccionar clicks de “me gusta”. Yo siempre digo que debería haber un botón de “no me gusta” y a los primeros a quienes dedicaría uno sería los portavoces de la Fed.
Sin embargo, uno de los aspectos interesantes de tantas declaraciones es que, a veces, provocan una respuesta de algún banquero central de alguna parte del mundo, insatisfecho con las consecuencias de la retorica inicial, por lo general porque la divisa de ese banquero ha resultado perjudicada. Ya hemos visto esta táctica en la “guerra de divisas” mientras continúa la carrera hacia abajo.
Lo que ha sido sorprendente de las “respuestas” de esta mañana, si es que pueden llamarse así, es que lo que han conseguido los que están poniendo presión sobre sus respectivas divisas han conseguido reforzarlas y no depreciarlas. Mi reacción inicial fue que algo hizo caer al yen. Pero cuando, a continuación, le eché un vistazo al USD/JPY, solo vi una cierta fortaleza en el yen. Lo mismo con el EUR/JPY.
Así que, eché un vistazo al cable. Bingo: otra subida colosal. Tuve que comprobar el calendario, pues estaba seguro de que había algún dato importante que se haría público en el día de hoy. El precio de la vivienda en el Reino Unido fue mejor de lo previsto, lo mismo que la confianza del consumidor, pero no me creo que solo esto haya sido capaz de aupar el cable unos 90s pips (a hasta 1,6130) en unos cuantos minutos.
Un vistazo a la prensa y hallé al culpable: Mark Carney, jefazo del Banco de Inglaterra, dijo en una entrevista que no creía necesario continuar con las medidas de estímulo porque la economía se ha fortalecido. Caray. Pero, ¿no era esto para lo que servía la resolución del banco central? La sabiduría del pueblo dice que estos banqueros centrales suelen querer que sus divisas se debiliten para que mejoren las exportaciones. Mmmm… Aquí hay gato encerrado.
Y ahora volvemos al IPC japonés, que se mostró mejor de lo esperado, con una subida del 0,9% en la cifra anualizada. La mayor subida en casi cinco años. Es una señal inequívoca de que la Abenomics trabaja para vencer la deflación, pero luego también leí que Shinzo Abe salió ante los medios para desmentir la historia que circuló ayer sobre la posible bajada de tipos en los impuestos corporativos. Esto también ayudó a reforzar el yen frente al USD, a 98,50. ¿Qué diantre sucede aquí? Los japoneses son famosos por sus intentos de mantener el yen débil, ya que son una economía totalmente basada en las exportaciones. En cambio, Abe sale a decir cosas que revalorizan la moneda… ¿?
Ya estoy bastante confuso. Mejor echemos un rápido vistazo a las bolsas del mundo, que han bajado, lo mismo que las materias primas. También el aussie y el kiwi han perdido valor.
El euro se mantiene, a pesar de los buenos datos de la economía, y dentro de un rato conoceremos el IPC de Alemania. Seguramente no tendrá un impacto significativo en la divisa, que se mantiene en el nivel de 1.35.
Aún tenemos el asunto de techo de deuda: mezclémoslo con la cháchara de la Fed y tendremos una mezcla tóxica de gimnasia mental. Por lo general, cuando esto sucede, el mercado, harto ya, empieza a dirigir su mirada hacia otro lugar. Si se cuadran posiciones, seguramente significará cierta aversión de riesgo a las puertas del fin de semana si alguno de estos inútiles se dedica a hacer algo en lugar de a hablar sin parar.
Sin embargo, aunque personalmente no soporto esta dinámica, lo cierto es que esta gente puede mover el mercado. Así que, todo el mundo atento.