Bruselas, 9 nov (.).- Bélgica afronta este miércoles una jornada de huelga general que ha paralizado parcialmente servicios y transportes, convocada por los sindicatos socialista y cristiano para reclamar un tope a los precios de la energía y que se garantice el margen de negociación de los salarios para no perjudicar el poder adquisitivo.
La huelga ha llevado a que solo una línea de metro en Bruselas esté operativa con menos de la mitad de los convoyes habituales, mientras que únicamente funciona una quincena de líneas de tranvía y autobús, indicó la empresa de transportes públicos de la capital, STIB, a través de Twitter (NYSE:TWTR).
La red de autobuses de la región de Valonia (sur) se ha visto muy afectada, con la práctica totalidad de las líneas detenidas, mientras que la de Flandes (norte) funciona al 55 %, apuntó el diario Le Soir.
Los ferrocarriles también han iniciado paros de 24 horas y solo circula, aproximadamente, un tren de cada cuatro. No obstante, la mayoría de los itinerarios en hora punta ha sido cancelada.
Por lo que respecta a los aeropuertos, en el de Bruselas el 55 % de los vuelos ha sido anulado, lo que supone algo más de 200, mientras que en el de Charleroi, al sur de la capital y segundo en importancia en el país, se ha cancelado la totalidad de las rutas y el aeródromo permanece cerrado.
Los sindicatos también han llamado a bloquear supermercados y grandes centros comerciales, principalmente en el sur del país.
Los hospitales también han secundado la huelga y, aunque las urgencias y tratamientos de urgencia se han mantenido, numerosas consultas y operaciones no esenciales han sido aplazadas.
Los medios locales informan, asimismo, de la presencia de numerosos piquetes en zonas industriales principalmente, como en las sedes de Otis, Aquiris, Brucargo, Renault (EPA:RENA), Mercedes-Benz o BMW (ETR:BMWG) en Bruselas.
Al tratarse de una huelga intersectorial, todos los sectores pueden verse afectados por acciones más puntuales, de manera que, por ejemplo, muchas recogidas de residuos no tendrán lugar y la distribución de periódicos también puede verse limitada.
En cuando a los colegios, solo están obligados a organizar la acogida de los alumnos.
Los sindicatos protestan contra la ausencia de margen para negociar los salarios en el próximo convenio interprofesional, a lo que se ha unido el malestar por los altos precios de la energía a raíz de la guerra de Rusia en Ucrania.
Los representantes de los trabajadores piden soluciones para mantener el poder adquisitivo, que viene en parte garantizado por la indexación automática de los salarios en función del coste de la vida, una medida que va a ser mantenida.
El primer ministro belga, Alexander De Croo, confirmó este lunes que “la indexación es hoy en día la mejor protección que tenemos contra la pérdida de poder adquisitivo, y seguirá siéndolo. No es cuestión de que se ponga en duda”, afirmó en declaraciones a la cadena La Première.