Investing.com - Los precios del petróleo han descendido este miércoles pues los continuos trastornos provocados por la tormenta tropical Harvey impiden a las refinerías comprar crudo, lastrando la demanda aunque suscitando el temor en torno a la escasez de combustible.
El petróleo se dejó un 0,6% o 27 centavos hasta situarse en 46,16 USD por barril a las 10:30 horas (CET) no muy apartado de los mínimos de un mes registrados el lunes en 45,77 USD.
El petróleo Brent de referencia se situó en 51,35 USD por barril, dejándose un 0,56% o 31 centavos.
Algunas refinerías de Corpus Christi que cerraron antes de la tormenta tenían la intención de reanudar su actividad, pero se esperaba que las lluvias torrenciales duraran hasta este miércoles, contribuyendo a la catastrófica inundación.
El Servicio Meteorológico Nacional ha afirmado que la tormenta ha establecido un nuevo récord de precipitaciones en el ámbito de los ciclones tropicales de Texas.
Pero incluso las refinerías que sean capaces de reabrir podrían experimentar dificultades para conseguir suficiente suministro de petróleo.
Los cargueros que transportan petróleo todavía no pueden acceder a los puertos de Texas, mientras que productores del sur de Texas, que interrumpieron sus operaciones, no están más que empezando a recuperarse y algunos de los oleoductos que llevan suministros a las refinerías siguen cerrados.
Los futuros de gasolina de Estados Unidos han subido un 0,62% hasta 1,6302 USD.
Los precios se han disparado este lunes hasta 1,8180 USD, máximos de dos años, después de que Motiva Enterprises anunciara que la mayor refinería de la nación cerrará sus puertas debido a las inundaciones.
Los precios del petróleo y el combustible han tomado caminos diferentes desde que comenzó la tormenta, ante los temores en torno a la escasez de combustible.
Los inversores comienzan a dirigir la atención hacia el informe semanal sobre reservas de petróleo del Gobierno de Estados Unidos; los analistas creen que se producirá otro descenso de las reservas.
El grupo industrial Instituto Americano del Petróleo anunció el martes que las reservas de crudo de Estados Unidos descendieron en 5,780 millones de barriles la semana pasada, lo que indicaba que el mercado petrolero estadounidense sigue ajustándose gradualmente.