San Juan, 16 feb (.).- El primer ministro de Trinidad y Tobago, Keith Rowley, calificó este viernes de "evidentemente ridículas" las sugerencias de que el actual derrame de petróleo que afecta a la isla de Tobago esté relacionado con la refinería estatal Petrotrin.
En una declaración al Parlamento, consideró "alarmante" que el secretario en jefe de la Cámara de la Asamblea de Tobago (THA, en inglés), Farley Augustine, intentara vincular esta tragedia con la refinería o cualquiera de las empresas que hacen negocios o están interesadas en sus subsidiarias y activos.
"El Gobierno no conoce la existencia de ningún interés o conflicto de ese tipo y considera esta afirmación evidentemente ridícula", subrayó Rowley.
El vertido, que ha afectado a la isla de Tobago, comenzó la semana pasada y fue causado por un barco abandonado, del que por el momento se desconoce su propietario.
Rowley defendió que el Gobierno ha compartido "toda la información disponible" con la THA y con el público.
"Es bastante inquietante y decepcionante escuchar al jefe del Ejecutivo de Tobago decir que el Gobierno tenía información sensible pertinente que estaba siendo ocultada al THA", lamentó el primer ministro, insistiendo en que "nada está más lejos de la verdad".
Sobre la investigación de lo sucedido, Rowley dijo que si bien ha habido "buenos avances y muchas pistas", hasta el momento no hay una identificación definitiva de los operadores o los propietarios del barco.
"En este momento creemos que toda esta situación fue provocada por una operación de remolque que salió mal. La naturaleza y legalidad de sus operaciones aún están por desentrañar", señaló.
Se cree que están implicadas en el desastre dos embarcaciones, un remolcador y una barcaza, procedentes de Panamá y con destino a Guyana.
"Buscaremos incansablemente descubrir quiénes son los responsables y les haremos responsables de todo aquello por lo que deben indemnizarnos", aseveró el primer ministro.
Sobre la situación del barco, Rowley explicó que todavía está atrapado en el arrecife de Cove y continúa representando "una gran amenaza", ya que sigue ensuciando la costa y los mares circundantes.
"Nuestra principal tarea ahora es vaciar el contenido del buque de forma controlada y neutralizar la amenaza", indicó.