Madrid, 12 may (.).- El Centro de Políticas Económicas de Esade, EsadeEcPol, considera necesaria una reforma fiscal que grave más los carburantes para conseguir los objetivos de descarbonización, pero acompañada de compensaciones directas para las personas con menor renta.
En su informe sobre "Cómo utilizar la fiscalidad energético-ambiental para una transición ecológica justa en España: una propuesta enfocada a los carburantes", EsadeEcPol señala que la imposición energético-ambiental es uno de los grandes ausentes del plan del Gobierno "España Puede".
Recuerda que en España existe todavía mucho margen para extender el uso de la fiscalidad energético-ambiental, pues ocupa el puesto 24 entre los 27 estados miembros de la UE en peso de los impuestos verdes sobre el PIB y el 21 en recaudación.
En ese documento, EsadeEcPol presenta una simulación de reforma fiscal del transporte en España, el sector con mayor peso de las emisiones de gases de efecto invernadero del país.
Según el Centro de Políticas Económicas de Esade, el objetivo de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero en el sector debería rondar el 28 % en 2030, pero considera que los niveles actuales de imposición y el formato de ésta son insuficientes para alcanzar ese y otros objetivos.
El informe dice que hay una estructura incoherente, con diferencias entre carburantes contrarias a los daños ambientales causados por cada uno de ellos.
A partir de una simulación con datos de 2019, el documento constata que la convergencia de los tipos impositivos aplicados al diésel -gravado con un impuesto de hidrocarburos menor pese a contaminar más- y la gasolina permitiría reducir el consumo y las emisiones asociadas casi un 2 %, generando una recaudación adicional de más de 2.600 millones de euros.
EsadeEcPol advierte de los impactos regresivos que puede haber si los impuestos verdes no se diseñan como parte de una reforma redistributiva más amplia, pues los hogares de renta baja gastan una mayor proporción en cubrir sus necesidades energéticas básicas.
Además, los impuestos sobre el transporte pueden afectar más a los hogares que residen en zonas peor conectadas (suburbanas o rurales) por las mayores distancias y la menor disponibilidad de transporte público, que les obliga a un mayor gasto en carburantes.
Para evitar ésto, el informe propone la devolución de parte de la recaudación mediante transferencias de suma fija a los hogares de menor renta con el objetivo de lograr que el conjunto de esos hogares, en media, no se vea afectado por el incremento del impuesto.
De esta forma, si se incluye al 50 % de hogares más pobres, destinando el 8,9 % de la recaudación adicional generada, la reforma pasaría a ser progresiva, según la simulación de EsadeEcPol, que señala que al Gobierno aún le restaría más del 90 % de la recaudación para destinarla a otras políticas.
Además, indica que si se realizan compensaciones de suma fija a todos los hogares por debajo de la línea de pobreza, lo que conllevaría un cambio fiscal más amplio según los autores del informe, se podría reducir la tasa de pobreza un 10 % destinando el 70 % de la recaudación adicional generada con la reforma.
LAS AYUDAS PARA .PRAR COCHES EFICIENTES PUEDEN SER REGRESIVAS
El documento señala también que subsidiar la compra de vehículos más eficientes puede ser una medida "potencialmente muy regresiva", ya que la probabilidad de comprar un coche es casi 7 veces mayor en los hogares ricos y la de comprar uno nuevo más de 200 veces mayor.
Los autores del informe dicen que aún así, si se considera oportuno ayudar a la compra de estos vehículos, sería imprescindible limitar la subvención a los hogares que ocupan los cinco puestos con rentas más bajas.
Según EsadeEcPol, ésto reduciría el coste del programa a poco más de 50 millones de euros, por lo que se podría incrementar la cuantía de subvención al citado grupo para así intensificar los efectos de esta política, y pide para evitar efectos medioambientales adversos la retirada de la circulación de otro vehículo más contaminante.