Londres, 7 oct (.).- La organización ecologista Greenpeace perdió este jueves una demanda contra el Gobierno británico por la concesión de un permiso a BP (LON:BP) para explotar un pozo de petróleo en el mar del Norte, en la que adujo que las autoridades no habían tenido en cuenta el impacto sobre el cambio climático de quemar combustible fósil.
El juez Colin MacLean -Lord Carloway-, presidente del Tribunal de Sesiones escocés, desestimó la petición de la ONG al considerar que fue "conforme a la ley" la decisión gubernamental de autorizar a BP en 2018 para perforar el campo Vorlich, cerca de la costa de Aberdeen (noreste de Escocia).
Greenpeace indicó en un comunicado que recurrirá el dictamen ante el Tribunal Supremo, la máxima instancia judicial del Reino Unido.
El magistrado argumentó en el fallo que "no sería práctico" a la hora de evaluar el impacto en el medio ambiente de un proyecto de extracción de combustible fósil que las autoridades tuvieran que "examinar los efectos, locales o globales, del uso de ese combustible por parte del consumidor final".
Lord Calloway también descartó el alegato de los ecologistas de que el Ejecutivo conservador había cometido errores en el proceso de consulta pública previo a la concesión del permiso, y sostuvo que la emisión del mismo es en última instancia "una decisión política y no legal".
Durante el juicio de dos días, en septiembre, la abogada de Greenpeace, Ruth Crawford, adujo que el ministro de Empresa, Kwasi Kwarteng, no había recibido la información adecuada sobre el impacto que tendría el pozo y mantuvo que este tipo de proyectos deberían estar más abiertos al escrutinio público.
Roddy Dunlop, representante legal del Gobierno, esgrimió por su parte que las bases de la demanda de la ONG eran "sobre todo de procedimiento y oportunistas".
En nombre de BP e Ithaca, gestoras de la concesión, Jim Cormack explicó que los trabajos en el campo petrolífero empezaron en 2020 con una inversión de 230 millones de libras (270 millones de euros) y expuso el efecto de detener la producción.
En su comunicado, el director ejecutivo de Greenpeace, John Sauven, afirma que "el Gobierno está celebrando una victoria para el sector de combustibles fósiles después de que sus abogados arguyeran en el tribunal que las emisiones de quemar petróleo extraído por BP 'no son relevantes' a la hora de conceder un permiso petrolero".
Sauven denunció que el primer ministro, Boris Johnson -que del 1 al 12 de noviembre presidirá la cumbre del clima COP26 en Glasgow-, respaldará aún más al sector del combustible fósil "si aprueba un nuevo campo de petróleo en Cambo (cerca de las islas Shetland), contra las recomendaciones de los expertos".
El Gobierno británico ha asegurado que a partir de 2022 realizará comprobaciones de "compatibilidad con el clima" antes de conceder licencias petrolíferas, como parte de un acuerdo de transición para la industria del petróleo y el gas en el mar del Norte.