Asunción, 10 mar (.).- El ministro de Exteriores de Paraguay, Rubén Ramírez, defendió este domingo que Brasil le pague una tarifa más alta por la energía de la central hidroeléctrica compartida de Itaipú, recursos que servirán para un "cambio de modelo" que beneficie a la industria e inversiones en infraestructura.
"Algunos podrán criticar que el Gobierno de Paraguay solo quiere buscar lucro y rentabilidad con una tarifa alta, la verdad es que necesitamos de esos recursos para poder hacer un cambio de modelo", explicó el canciller en un espacio de conversaciones con la portavocía del Gobierno.
El jefe de la diplomacia paraguaya aludió a las negociaciones que mantiene su país con Brasil sobre la tarifa de la energía de la hidroeléctrica binacional de Itaipú, que en abril de 2023 sufrió una reducción de hasta 16,71 dólares por kilovatio.
Con esta decisión, según Ramírez, "Paraguay dejó de percibir 400 millones de dólares, que estaban destinados a programas de acción social y desarrollo de infraestructura".
En agosto de 2022, los dos países pactaron una rebaja del 8,2 % de la tarifa, hasta 20,75 dólares por kilovatio, en la que entonces fue la primera reducción de este tipo desde 2009.
Según Ramírez, la negociación es "compleja", pero "el diálogo es próximo" y mantiene conversaciones permanentes con su homólogo de Brasil, Mauro Vieira.
"La definición de la tarifa siempre ha sido de carácter político", avisó.
Con una eventual alza de la tarifa se gestionará de manera "urgente" la inversión en infraestructura de transmisión y distribución energética, así como el desarrollo de la industria, según el diplomático.
El ministro de Exteriores adelantó hace dos semanas que sobre la mesa de negociación con Brasil "hay cuatro números", "dos números que administra Brasil y dos números" que maneja Paraguay, sin precisar cifras.
Otra de las negociaciones en marcha entre los países vecinos se refiere a la revisión del Anexo C del tratado fundacional de Itaipú, que regula las bases financieras.
Ramírez señaló que la propuesta es que la Entidad Binacional, que en 50 años ha logrado generar energía limpia, también "empiece a generar recursos para los países, que aporten una rentabilidad para los Estados".
Según el Anexo C, ambos países tienen derecho al 50 % de la energía generada por la represa, pero si una de las partes no utiliza toda su cuota, tiene que vender el excedente al otro socio a precios preferenciales.
Desde hace años, Paraguay ha planteado una modificación de este apartado, al considerar que vende su excedente de energía a Brasil a un precio muy inferior al del mercado y que podría exportarlo a otros países a valores más competitivos.