Urucu (Brasil), 26 abr (.).- La petrolera brasileña Petrobras (NYSE:PBR) considera que los 3.000 pozos que ya perforó sin ningún incidente en aguas profundas frente al litoral de Brasil le acreditan para operar con seguridad en el Margen Ecuatorial, un prometedor horizonte que incluye un área vulnerable frente a la desembocadura del río Amazonas.
"No tengo ninguna duda de que podemos garantizar la seguridad. Eso (los 3.000 pozos) nos acredita para perforar con seguridad uno o más pozos en el Margen Ecuatorial", afirmó en una entrevista a EFE el gerente de Petrobras para producción en campos terrestres y aguas someras, Francisco Queiroz.
Queiroz, que ha asumido responsabilidades en la exploración del Margen Ecuatorial, dijo que la empresa realizó dos grandes simulacros de accidentes en los últimos meses en la zona, en los que utilizó decenas de embarcaciones y aeronaves.
Esos simulacros, hechos con la supervisión del Instituto de Medio Ambiente (IBAMA), demostraron que las corrientes marinas alejarían cualquier vertido de la costa y que, además, según el ejecutivo, que Petrobras tiene condiciones de operar con seguridad y de responder adecuadamente en caso de un eventual accidente.
El Margen Ecuatorial es un amplio horizonte de exploración en el océano Atlántico, frente a la costa norte de Brasil, en el que Petrobras calcula que existen enormes reservas equivalentes a las halladas en la misma región por Guyana y Surinam.
El área considerada como más prometedora es la ubicada frente a la desembocadura del río Amazonas, cuya posible explotación genera una amplia polémica en Brasil debido a su vulnerabilidad ambiental y social.
Petrobras, que ya perfora en otras áreas del Margen Ecuatorial pero espera la licencia para hacerlo frente al Amazonas, alega que el pozo más cercano que planea perforar se sitúa mar adentro, a unos 500 kilómetros de la desembocadura del río.
El ejecutivo dijo que la empresa ha aprendido lecciones con la plataforma P36, que se hundió en el océano Atlántico en 2001 por un accidente, el mayor en la historia de la empresa, que dejó once víctimas mortales y causó un derrame de unos 10.000 barriles de crudo a 150 kilómetros del litoral.
"Sin ninguna duda (aprendimos la lección). Creo que cualquier accidente en la industria de petróleo del mundo deja un aprendizaje muy grande", afirmó.
El ejecutivo aclaró que el derrame fue por el petróleo almacenado en la P36, pero subrayó que no hubo vertido de ninguno de los pozos a los que estaba conectada.
Queiroz afirmó que, pese a que está comprometida con la transición energética, Petrobras aún necesita producir petróleo para financiar las fuentes renovables y garantizar su seguridad energética.
Aseguró que, si no invierte en nuevas reservas, Brasil tendrá que comenzar a importar crudo a finales de la década de 2030.
El ejecutivo citó un estudio de la Agencia Internacional de Energía según el cual, incluso si los países cumplen todos los compromisos del Acuerdo de París sobre cambio climático, el mundo aún tendrá una demanda de 57 millones de barriles de petróleo por día en 2050.
Según Queiroz, Brasil atiende actualmente el 3,1 % de la demanda mundial de crudo pero puede suplir hasta el 6 % del mercado en 2050 en caso de que apueste por el Margen Ecuatorial.