El martes, Goldman Sachs reiteró su calificación de Comprar en acciones de Insmed Incorporated (NASDAQ: INSM), con un precio objetivo de $ 74.00. Las perspectivas positivas de la firma se basan en los recientes datos de primera línea del estudio ASPEN, que evaluó la eficacia del brensocatib en el tratamiento de las bronquiectasias no relacionadas con la fibrosis quística. El tratamiento mostró reducciones estadísticamente significativas de la frecuencia de exacerbaciones pulmonares: 21,1% y 19,4% para las dosis de 10 mg y 25 mg, respectivamente.
El estudio también indicó beneficios secundarios, como un descenso más lento de la función pulmonar y mejoras en la calidad de vida con la dosis de 25 mg, lo que sugiere posibles efectos modificadores de la enfermedad. Goldman Sachs considera que estos resultados confirman su escenario alcista para Insmed.
La empresa prevé que estos resultados allanarán el camino para la aprobación reglamentaria, con la presentación de una solicitud de nuevo fármaco (NDA) prevista para el cuarto trimestre de 2024, seguida de un posible lanzamiento en EE.UU. a mediados de 2025. La introducción en los mercados europeo y japonés está prevista para el primer semestre de 2026.
Según Goldman Sachs, el desarrollo satisfactorio del brensocatib podría abrir una oportunidad comercial de gran éxito, con unas ventas mundiales máximas previstas de 3.200 millones de dólares en el mercado de las bronquiectasias para 2034. Aunque estas cifras no incluyen las ventas potenciales adicionales de otras enfermedades mediadas por neutrófilos, tales ventas podrían proporcionar un mayor crecimiento.
Está previsto que Insmed hable de las oportunidades de mercado para el brensocatib, junto con otros productos como Arikayce y TPIP, durante su evento para inversores del 4 de junio. La empresa presentará una visión del potencial de mercado a la luz de los datos positivos de ASPEN, así como de otros resultados de estudios recientes.
El analista de Goldman Sachs considera que la coherencia de la cartera de productos en fase de desarrollo y la ejecución comercial de Insmed sitúan a la empresa en una buena posición para ser rentable en 2028, según las previsiones de Goldman Sachs. Además, la firma sugiere que el progreso y la cartera de Insmed la convierten en un atractivo objetivo de adquisición para grandes empresas biofarmacéuticas centradas en enfermedades respiratorias.
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