Por Jonathan Barrett y Renju Jose
SÍDNEY, 3 abr (Reuters) - Las autoridades australianas cerraron las fronteras internas el viernes y advirtieron a la gente de que se quedara en casa durante las vacaciones de Semana Santa, con la intención de acentuar una nueva caída en la tasa de nuevos casos de coronavirus.
El primer ministro Scott Morrison (LON:MRW) dijo que Australia está pasando a una fase de "supresión" en su lucha contra la enfermedad altamente contagiosa, pero subrayó que la gente tiene que seguir las órdenes que restringen la vida social.
"Debemos continuar haciendo esto. No importa cuál sea la temperatura", dijo Morrison en una conferencia de prensa televisada. "Si es un día de calor, no vayan en masa a la playa. Una simple instrucción que todos los australianos esperan que otros australianos cumplan."
El dirigente sanitario Brendan Murphy dijo que el incremento diario de nuevas infecciones había caído a cerca del 5%, frente al 25%-30% de hace dos semanas. Australia ha registrado alrededor de 5.200 casos y 28 muertes.
Sin embargo, Murphy y los dirigentes estatales advirtieron de que, si bien los casos importados, de viajeros que regresan al extranjero, seguían representando la mayoría de las infecciones en Australia, había un número creciente de casos de "transmisión local" en los que no se podía determinar la fuente.
"Si no podemos identificar la fuente significa que no podemos hacer frente a la propagación y eso es algo que nos preocupa", dijo Gladys Berejiklian, dirigente de Nueva Gales del Sur, el estado más poblado de Australia.
Varios estados de Australia estaban colocando puestos de control en sus fronteras para impedir los viajes, excepto los imprescindibles, desde los territorios vecinos, lo que supone la primera vez que se han tomado medidas tan drásticas desde la epidemia de gripe hace 100 años.
(Información de Jonathan Barrett y Renju Jose; información adicional de John Mair; traducido por Tomás Cobos)