Venezuela es un caso paradójico de comprender (y aún más complejo de explicar). Un país con serios atrasos tecnológicos y una profunda crisis económica y humanitaria ha logrado llamar la atención de todo el universo cripto gracias a una adopción que va desde su presidente hasta el pequeño vendedor informal. En algún momento se puede llegar a pesar que el país es una especie de película ciberpunk apocalíptica, pero, no somos una nación que de verdad funciona así.
En medio de esta importante adopción (no entraré a discutir si la adopción es abismal o es reducida) que ha tenido esta tecnología en el país sudamericano, surge una inquietante pregunta, ¿Cómo se regulan las criptomonedas en Venezuela?
Comprendo que para gran parte de la comunidad de las criptomonedas (sobre todo para aquellos que se apegan más al ethos del cipherpunk), la regulación y las criptomonedas no deberían ir de la mano en ningún momento. Sin embargo, como abogado que soy, debo decir que, sin normas y leyes, no veremos la adopción masificada que tanto añoramos en la comunidad.