En las últimas semanas se ha producido una subida masiva de los precios de las llamadas monedas de privacidad, concretamente Monero (XMR), Dash (DASH), Zcash (ZEC) y Haven Protocol (XHV). Mientras muchas otras criptomonedas y la industria en general se enfrentaban a una inmensa presión regulatoria en medio de la guerra en Ucrania, una narrativa que comenzó a tomar fuerza en el espacio de las criptomonedas fue el potencial de estos activos que mejoran la privacidad para proporcionar a los inversores un mayor nivel de anonimato financiero. Pero, ¿pueden las monedas de privacidad cumplir la promesa original de Bitcoin (BTC)?
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Un buen mes para los activos centrados en la privacidad En el último mes, Monero casi ha duplicado su valor. Con algunas oscilaciones menores, pasó de 134 dólares el 24 de febrero a más de 200 dólares el 26 de marzo. ZEC mostró una dinámica aún más impresionante, ya que pasó de 88 a 202 dólares en el mismo periodo. DASH también logró un repunte, aunque un poco más modesto, de 83 a 128 dólares. Uno de los mayores ganadores parece ser XHV, que casi ha triplicado su precio, pasando de 1.60 a 4.20 dólares.
Dos factores principales a nivel macro podrían sustentar esta repentina subida de las monedas de privacidad. El primero es la presión regulatoria que se está acumulando en torno a las criptomonedas más "convencionales" debido a la guerra en Ucrania y la consiguiente sospecha —por muy poco sólida que sea— de que las élites rusas pueden utilizar las criptomonedas para eludir las sanciones financieras que se les han impuesto. Otra es la orden ejecutiva del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, que, de hecho, no perjudica abiertamente a la industria con su hoja de ruta o informes que deberían conducir eventualmente a un marco regulatorio claro para los activos digitales en los Estados Unidos.