El acercamiento entre el sector bancario y las empresas cripto representa un desafío para la noción de guerra sin cuartel que supuestamente se debe librar entre estas fuerzas antagónicas. Según muchos, Bitcoin es una rebelión contra el malvado Imperio (bancos y gobiernos). Dentro de la comunidad cripto hay personas que se creen Luke Skywalker y cuando ven a Jamie Dimon es como ver al Emperador en persona, Sí, Jamie Damon, CEO de JP Morgan Chase (NYSE:JPM), con su risa diabólica, rostro arrugado y rayos saliendo de sus manos. Existen Bitcoiners más intensos que un vendedor de Herbalife (NYSE:HLF). Entonces, cuando encuentran a Coinbase y a Gemini de mil amores con JP Morgan y las autoridades, es prácticamente ver a la Princesa Leia y Han Solo tomando el té en la Estrella de la Muerte. ¿Acaso nuestra revolución ha sido traicionada?
Es muy frecuente verlo en las revoluciones. El militante raso se desvive por la causa. Vive sus doctrinas al pie de la letra. Y es la imagen viva de sus ideales. Se radicaliza. Se enfrenta con medio mundo por su causa. Se pelea con sus amigos, sus familiares y sus vecinos. Da la vida por la revolución. Y no tolera claudicaciones. En efecto, es más terco que una mula y toma una postura de todo o nada. A la vista de los demás, este fanatismo parece insensato. Sin embargo, para el infectado con este mosquito su enfermedad es una bendición. El mundo se ha vuelto claro y coherente. Toda la ambigüedad ha desaparecido y ya no hay dudas. Están los malos por un lado y los buenos por el otro. Y él es uno de los héroes de la historia. Gracias a él y a su devoción, la humanidad alcanzará una era dorada de paz y prosperidad. Deja de ser un individuo pequeño y perdido para convertirse en un gigante de la historia.
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