En el mundo de las inversiones, BlackRock (NYSE:BLK) es Zeus. Estamos hablando de una organización que administra más de 7 billones de dólares. Es decir, es más grande que las economías de Francia y Alemania combinadas. Y no solo es un asunto de tamaño. También se trata de poder político y corporativo. En su equipo, encontramos a personas de influencia. Me refiero a personas que han tenido cargos importantes en los gabinetes gubernamentales y en bancos centrales. Y antiguos trabajadores de BlackRock también han incursionado en la arena pública ocupando altos cargos de poder. Es un club con muchos contactos y muchos vínculos.
Por otro lado, BlackRock se encuentra entre los principales accionistas de las corporaciones más importantes de los Estados Unidos y Europa. Es decir, BlackRock tiene una pieza de todo. Es prácticamente omnipresente y omnipotente en el mundo de las altas finanzas. Muchísima gente, sin saberlo, tiene dinero en BlackRock. Sus fondos iShares son particularmente populares. La familia iShare de fondos cotizados en bolsa (ETFs) son instrumentos que normalmente invierten en índices bursátiles como el S&P 500. El iShare Core S&P 500, por ejemplo, es un fondo que se cotiza en la bolsa como si se tratara de una compañía, pero en este caso el fondo invierte en todo el S&P 500. Esa es una manera muy sencilla de, básicamente, comprarlo todo con una sola compra. Debo confesar, por completa transparencia, que tengo algo de mi dinero en este fondo. En lo personal, me resulta sumamente conveniente. Y debo decir que estoy muy satisfecho con el producto.
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