Santiago de Chile, 14 dic (.).- La economía argentina prevé un crecimiento de 2,9 % en 2017, que subiría al 3 % en 2018, impulsada por el consumo privado, el gasto público y la inversión, afirmó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Con estas cifras, la economía argentina se recuperó de la contracción del 2,2 % que sufrió en 2016, precisó la Cepal en su Balance Preliminar de la Economía Regional, que el organismo de Naciones Unidas presentó hoy en la capital chilena.
El documento detalló que la inflación se redujo en Argentina del 40,5 % en 2016 al 26 % en los primeros diez meses de 2017, y el empleo aumentó un 1,4 % hasta agosto.
Según la Cepal, la recuperación de la economía argentina durante 2017 respondió tanto a factores internos como externos, entre los que destacó el leve repunte de la economía brasileña, que incidió de manera positiva en las exportaciones a ese país, entre otros.
El endeudamiento externo tuvo un aumento en 2017 respecto del año anterior, que financió el déficit fiscal y de cuenta corriente, y que explicó el incremento de las reservas internacionales.
El déficit fiscal se mantuvo en los primeros diez meses del año en un 4,7 % del PIB, pese a las políticas gubernamentales que apuntaban a la reducción de subsidios de servicios públicos y a la recaudación extraordinaria del impuesto especial del blanqueo de capitales, entre otras medidas.
El PIB por habitante cerrará 2017 con una subida del 2 %, mientras la inflación debería terminar el año con una tasa del 22,9 % y el desempleo en un 9 %, frente a un 8,5 % del año anterior.
La balanza de pagos cerrará con un déficit de 26.853 millones de dólares en la cuenta corriente y un superávit de 39.965 millones en la cuenta de capital y financiera.
Para 2018, la Cepal espera que la economía argentina mantenga su dinámica expansiva, con un crecimiento en torno al 3 %, en tanto no se modifiquen sustancialmente las condiciones financieras internacionales.
En este contexto, la intensidad del crecimiento dependerá del sostenimiento de la recuperación de los socios comerciales y de la evolución de los ingresos reales de las familias, del crédito al sector privado y del sesgo de la política fiscal.
En un escenario de números positivos previsto para Brasil el próximo año, se prevé un leve repunte de los salarios reales y de la estabilidad real del gasto público en Argentina.