SAN FRANCISCO (Reuters) - Con la economía de Estados Unidos a toda potencia, la Reserva Federal debería alejarse gradualmente de su política monetaria expansiva y subir los tipos de interés lo suficiente para evitar una inflación indeseada, pero no tanto como para llevar a una recesión, dijo el martes una autoridad del banco central.
"En un momento de pleno empleo con estabilidad de precios, la política (monetaria) debería ser una influencia neutral en la actividad económica", dijo la presidenta de la Reserva Federal de Kansas City, Esther George, en comentarios preparados para pronunciar en un simposio.
"Se necesitarán más alzas graduales en nuestra política (monetaria) para volver a una posición neutral, aunque hay una incertidumbre considerable sobre la distancia y la velocidad exactas a las que debemos avanzar", agregó.
La Fed ha subido sus tipos de interés en dos ocasiones en 2018 y ha indicado que las elevará dos veces más antes de fin de año, lo que dejaría el coste del endeudamiento a corto plazo a un par de alzas del nivel de un 2,9 por ciento, que la Fed estima sería "neutral".
George, quien tendrá nuevamente derecho a voto sobre la política de la Fed en la próxima reunión tras dos años y medio, pidió en el pasado un ritmo de incrementos de los fondos federales más rápido que muchos de sus colegas.
No obstante, el martes mostró un tono más moderado y dijo que, al igual que la mayoría de las otras autoridades de la Fed, está más concentrada en leer las señales de los datos económicos y mercados financieros para estimar el ritmo correcto de alzas de tasas para no desacelerar la economía excesivamente, ni permitir que crezca tan rápido que la inflación se acelere.
George dijo que la economía está en "excelente" forma, pero agregó que ve riesgos significativos de que pueda crecer demasiado rápido debido al estímulo fiscal y la política expansiva global, o que se desacelere muy bruscamente por la situación del comercio.
Afirmó que le preocupa que la Fed podría estar "juzgando mal la posibilidad de manejar el surgimiento de desequilibrios financieros" que aumentaron durante un largo período de política monetaria expansiva.
Agregó que con el desempleo en un 4 por ciento y la inflación acercándose a un 2,3 por ciento según la herramienta preferida por la Fed -sobre la meta de un 2 por ciento del banco central-, "la política monetaria está actualmente poniendo a prueba los límites de cuánto puede bajar el desempleo sin causar una aceleración indeseada de la inflación".
Sin embargo, no defendió explícitamente un ritmo de alzas de tasas más rápido que el propuesto por sus compañeros, citando la incertidumbre sobre el panorama e incluso advirtió contra aumentar abruptamente el costo del crédito. "Si no eres cuidadoso, es fácil excederse, convertir una habitación que está demasiado caliente en una muy fría", afirmó.
(Información de Ann Saphir; Editado en Español por Ricardo Figueroa)