Por Ileana García Mora
Investing.com – Las significativas preocupaciones sobre el impacto del coronavirus Covid-19 en la economía de los Estados Unidos, así como sobre la velocidad de su recuperación, quedan nuevamente de manifiesto entre los miembros del Comité Federal del Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal, quienes reafirmaron que el curso de la recuperación de la economía dependerá, en gran medida, de la evolución del virus.
Así queda en evidencia en las actas de la última reunión de política monetaria de la Fed, del pasado 28 y 29 de julio, en donde los miembros del FOMC decidieron mantener los tipos de interés en el actual nivel de 0 -0,25%.
“El brote de coronavirus y las medidas adoptadas contener su propagación siguieron teniendo efectos sustanciales en la actividad económica en los Estados Unidos y extranjero. La información disponible en el momento de la reunión del 28 al 29 de julio sugirió que la actividad económica de Estados Unidos se había recuperado en mayo y junio, luego de fuertes caídas en marzo y abril. Sin embargo, parecía que el producto interno bruto real (PIB) había disminuido a un ritmo históricamente rápido. Las condiciones del mercado laboral mejoraron considerablemente en junio, pero las mejoras con respecto a mayo y junio fueron modestas en relación con el deterioro sustancial observado en marzo y abril”, indican las actas de la Fed divulgadas en la tarde de este miércoles.
Los miembros del banco central señalaron que la "trayectoria de la economía dependería significativamente del virus y que la actual crisis de salud pública pesaría mucho sobre la actividad económica, el empleo y la inflación en los próximos meses".
Posible rebrote preocupa a la Fed
Los traders e inversores buscan señales de algún cambio en la perspectiva del banco central estadounidense sobre la recuperación económica, especialmente debido a las más recientes señales de mejora en el empleo y otros datos económicos que han surgido desde la reunión del Comité Federal de Mercado Abierto el mes pasado.
También buscan señales sobre las posibles estrategias del banco central en su próxima decisión del 16 de septiembre, fecha que también se actualizarán las proyecciones de crecimiento e inflación de la Reserva Federal.
La Reserva Federal piensa que, un escenario posible, es que un rebrote del coronavirus ocurra con fuerza a finales de este año, exigiendo otra posible ronda de limitaciones en las interacciones sociales y las operaciones comerciales, lo que provocaría una disminución del PIB en términos reales, un salto en la tasa de desempleo y una renovada presión a la baja sobre la inflación el próximo año.
“Los miembros continuaron observando que la incertidumbre relacionada con los efectos económicos de la pandemia era extremadamente elevada y que la naturaleza inusual del impacto relacionado con la pandemia es más desafiante que de costumbre”, dicen las minutas.
“Los participantes afirman que la trayectoria de la economía dependería del curso del virus, el cual se ha considerado como muy incierto”.
Por estas razones, reafirman su compromiso con usar todas las herramientas a su disposición para continuar apoyando a la economía de Estados Unidos. Sin embargo, la Fed pide más apoyo fiscal
En las minutas queda reflejado que los miembros del FOM observaron que, debido a la naturaleza del shock que estaba experimentando la economía de Estados Unidos, sería necesario un mayor apoyo en la política fiscal para fomentar mejoras rápidas en las condiciones del mercado laboral.
No subirá tipos en el corto plazo
La Fed se ha comprometido a no subir los tipos en el futuro cercano, hasta que las cifras de inflación y empleo alcancen sus objetivos estratégicos. El banco central estableció una política de inflación promedio de alrededor del 2%, pero parece dispuesto a aceptar una tasa superior a ese nivel. En este momento, la inflación ronda el 1%, según la última medida del Departamento de Trabajo.
Si bien los tipos a corto plazo se acercan a cero, los tipos reales a largo plazo se han vuelto negativos. Eso ha hecho que los precios del oro se dispararan a un récord por encima de los 2.000 dólares la onza, mientras que el dólar se desplomaba frente a otras monedas del mundo.
Lo que queda por ver es si la Fed será más acomodaticia de lo que ha sido, incluso, después de la crisis financiera. Vale recordar que, hace doce años, la Fed redujo las tasas a cero y las mantuvo allí durante seis años, mucho después de que la economía y los mercados se recuperaran.